El Tolima necesita un cambio

Ya va siendo hora de que el Tolima comience un serio ejercicio de planeación y pensamiento sistémico, estratégico y de prospectiva frente a los retos y oportunidades que el futuro le trae.

Es una obligación impajaritable de quienes vivimos aquí, y recibimos 50 años de herencia maldita de politiqueros -no políticos-, de quienes han estado en las esferas públicas, privadas, gremiales y universitarias, que comencemos a hablar de otros temas y no de los mismos de siempre. 

Parecemos discos rayados en todos los ámbitos repitiendo cosas como: no podemos hacer más que música y bambuquiar, cada mandatario que llega se excusa porque lo dejaron sin plata para hacer nada y toca es recuperar las finanzas; que el pasado fue mejor y hay que volver a él y sus añoranzas -lo cual, dicho sea de paso, el gran gurú del optimismo y la prosperidad que pasó por el país hace unos días demostró que es falso en toda la historia de la humanidad-.

En fin, una quejadera, una posición lastimera, un continuar con actitudes complacientes o por el contrario de critique y critique todo y a todos; mienta y mienta sobre aquello o esto porque se hace o porque no se hizo como yo quería o creía debía hacerse. Parecemos en plaza de mercado un domingo a las 9 de la mañana: Solo bochinche, gritos, empujones, atravesadas, resbalones en piso sucio, calor y olores fuertes.

Creo que ya va siendo hora de comenzar a llenar nuestros espacios en los debates mediáticos, públicos, privados, académicos, sociales, gremiales, comités departamentales (en estos sí que hacen falta), de temas como innovación, emprendimiento, competitividad, desarrollo, cambios de paradigmas, nuevos procesos educativos, TIC, investigación, entre otros muchos. De eso sí que hay poquito, y son bastante apocaditos nuestros dirigentes públicos y privados.

Experiencias de inversión privada y pública para temas novedosos quisiéramos ver los tolimenses algún día, más allá de las peleítas personales o politiqueras. Que los titulares de los medios fueran tal gremio, asociación, comité departamental, federación y secretaría trabaja en la puesta en marcha de un nuevo esquema para producir x o y tipos de productos, procesos, métodos, formas para elevar los ingresos de miles de familias tolimenses, generarles mayores oportunidades de riqueza, mejorar la calidad de su educación, visibilizar la región o promover tal lugar, por ejemplo. 

Hay que repensar sobre lo que queremos ser, más allá de una visión conjunta; qué queremos como colectivo, adónde llegar, qué actividades impulsar y cuáles no, hacia dónde dirigir la inversión pública nacional, regional y local, acompañada de un esfuerzo real de inversión privada pensando en la región y no sólo en la renta particular del inversionista.

La tarea en el cambio de mentalidad, de actitud, de sinergia y de muchas cosas más no es fácil, pero en algún momento hay que comenzarla. Ojalá se pudiera rápido; claro, que como aún estamos imbuidos en el ambiente que transpira la región -incluido este pecho- lo mejor es decir que eso suena a un imposible.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ–Gersan

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