No pasará nada

Ahora que en los mentideros políticos y desde los medios se pregunta qué pasará con el Tolima que mayoritariamente le dijo No a la reelección del presidente Santos, a propósito de obras, inversiones, compromisos no cumplidos en sus primeros cuatro años de mandato, la respuesta es una sola: Nada.

Nada en el sentido en que si tenemos realmente dirigencia política, académica, gremial, gubernamental, federada, pues hay que pedirle al Presidente que se comporte como tal, y no como politiquero en campaña. Unas simples exigencias con respeto, pero con carácter, de pie, de tú a tú, sin rodilleras, ni posturas de genuflexión- como se acostumbra tanto por aquí ahora-, ni lambonerías, son suficientes.

Porque la pobreza no tiene color político, el hambre de los niños de la zona rural de Coyaima, de Cunday o de Ortega no es distinta de la de los niños de municipios del Atlántico, Sucre o Bolívar donde él sí ganó.

La falta de seguridad en ciudades capitales y zonas urbanas azotadas por la delincuencia son iguales en nuestro Departamento que en Magdalena o Santander. El reclamo de inversión en vías terciarías, acueducto y alcantarillado son iguales en el Tolima que en La Guajira, donde Santos obtuvo la victoria.

Por eso, esta es una bonita oportunidad para el Tolima de mostrar su madurez política y su talante, para exigir lo que le corresponde y le toca como parte de la nación.

Claro que también puede que no suceda nada, y que nada nos llegue ni se nos apoye, porque el Presidente “Juanpa” quedó más empeñado que cadena de oro en prenderías de la carrera Cuarta de Ibagué por esta época de Mundial de Fútbol. Tiene que sacar más sabores de la mermelada para darles a politiqueros tradicionales del liberalismo como Gaviria, Samper o Serpa; a los azules “mermelados” como Belisario, Cepeda o Yepes –el menor-; a la extrema izquierda, la izquierda, la oligarquía de izquierda, Fecode, los transportadores, las dignidades campesinas, los sindicatos de maestros, las asociaciones de taxistas, los sindicatos de la salud, el Inpec, Sena, Icbf, organizaciones indígenas, a los gamonales costeños de La U y Cambio Radical; a la derecha, la ultraderecha, industriales, banqueros y sector financiero que lo respaldaron.

Así que no hay que echarle tanta tiza a ese asunto sino mirar para adelante y esperar a que lleguen cosas buenas y grandes para el Departamento. Por ahora, a disfrutar de nuestro San Juan y San Pedro, ser los mejores anfitriones, hablar bien de nuestra tierra y sus tradiciones culturales e invitar a propios y extraños a recorrer el Tolima y sus bellezas naturales.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ –GERSAN-

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