Propuestas, no babas

Nelson Germán Sánchez

Va siendo hora de que a los ibaguereños y tolimenses se nos presenten de maneras clara, pormenorizada y organizada, las propuestas de los aspirantes a la Alcaldía y a la Gobernación sobre los temas a los que apostarán en sus periodos; el porqué de esos temas y no otros, con qué recursos reales los ejecutarán, los proyectos por sector, en qué zonas, sus beneficios para el territorio y los que lo habitamos, etc. Conociéndolos casi a todos ellos, el llamado lo hago porque como diría un significativo número de jóvenes con los cuales me reuní, “hasta ahora todos parecieran nadar en su propias babas espesas. Cero propuestas serias y concretas y mucho labia para la baranda”.

¿Por qué el agua se va todas las tardes desde hace más de un mes en barrios como Yuldaima, Las Vegas, Galarza y aledaños del sur, lo mismo que en Onzaga, Gaitán y en la comuna Cuatro sin un pronunciamiento del Ibal al respecto o es que el razonamiento ya comenzó -y como al parecer se volvió costumbre, se hace por debajo de la mesa para no afectar la imagen, algunas campañas políticas o indicadores de eficiencia?

¿Comenzarán o no las obras para el Acueducto Complementario en este año, el año entrante o definitivamente esa platica se perdió?

¿Las obras para los Juegos Nacionales se culminarán o no a tiempo? ¿Con cuántas disciplinas deportivas nos quedaremos de manera real y concreta? ¿Vamos a ser sede de los juegos o tan solo de una o dos de sus competencias?

¿Cuál es el plan de inversiones para recuperar la malla vial de la ciudad, cuáles serán las obras prioritarias, cuáles vías nuevas y dónde se construirán para dar mayor movilidad o esperaremos a seguir caotizándonos para quejarnos, echar la culpa a los demás e iniciar obras a la carrera?

¿Cuáles serán los pilares, en qué sectores, sobre qué zonas del Departamento iniciará el apoyo a la agroindustria, a cuál agroindustria?

¿Cuál será el apoyo al sector cafetero, de los minifundios, que son el verdadero motor de la economía tolimense?

¿Qué pasará con el agua que se vienen chupando los arroceros con sus distritos de riego?

¿La contaminación de molinos por cascarilla de arroz continuará?

¿Cuántos km de vías secundarias y terciarias se construirán, refaccionarán o adecuarán?

¿Cuál será la apuesta con el alicaído sector turístico que de nuevo se desinfló y echó atrás?

¿Sus planes de desarrollo contemplarán el impulso al sector minero energético?

¿En qué consistirá su política pública regional ambiental?

¿Se apoyará a La Colosa o será un gobierno en oposición a dicho proyecto?

¿Los proyectos del posconflicto cómo están diseñados?

¿Cuáles son las decisiones financieras sobre el Federico Lleras Acosta para su viabilidad y para apoyar la red pública hospitalaria departamental?

¿La apuesta será por llenar los salones de las universidades con jóvenes estudiando o para que esos jóvenes reciban educación con calidad, que es cosa bien distinta?

¿Van a pagar la deuda a la U. del Tolima, que ha dado resultados académicos y científicos sin precedentes, o buscarán excusas para no girar?

La evidente receta clientelista de criticar los malitos gobiernos que teminan, hablar de generalidades, no tocar cifras, saludar a doña María al micrófono, decir que madrugan mucho, presentarse como honestos y con ganas de cambiar todo, muestra que parecieran jugar a la vieja, rastrera, perezosa y efectivista estrategia de no comprometerse, sostenerse sobre maquinarias y gamonales politiqueros, contratistas, empleados burocratizados, coimas, acuerdos con sectores gremiales para mantenerles sus proyectos de beneficio personal, pero no de querer hacer gobiernos que traigan progreso y bienestar, mejoren las condiciones económicas y sociales de miles de paisanos en este hermoso departamento.

No más de que éste me apoya ahora, que antes estaba con aquel, que recorrió medio Ibagué o el 80 por ciento del Departamento, que ya sabemos es porque negociaron, le pagaron, lo compraron, le nombraron a alguien, etc, etc. La verdad esperamos que sea el tiempo del debate, de las propuestas serias, reales, viables y concretas para que la mayoría de nosotros pueda decidir por quién votar. Seguimos esperando.

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