Evitar lo de Bogotá para Ibagué

Nelson Germán Sánchez

Es cierto, cualquiera que vaya a la Bogotá de hoy, encontrará una ciudad caótica, insegura, sucia, fea, de estrés diario, llena de huecos, con habitantes de la calle por todas partes, con trancones hasta los tuétanos, las bandas delincuenciales reinando en barrios y comunas enteras, en general, invivible en el día a día.

Con razón las encuestas, los sondeos de opinión y el voz a voz, incluida la última contratada por un grupo de medios nacionales en la firma Invamer Gallup, dan por ganador virtual a Enrique Peñalosa, y seguramente lo será, más ahora que el padre de la cultura ciudadana, el orden y las normas de convivencia se la adhirió, es decir, el exalcalde y profesor Antanas Mockus.

Pareciera que los bogotanos hubiesen reaccionado de una pesadilla hacia la que lo condujeron 12 años de gobierno de izquierda representada en el Polo Democrático de los hermanos Moreno y Clara López, los progresistas de Gustavo Petro, el partido Mais, la UP, el partido comunista, entre otros.

Y volvieran a una propuesta de centro, concentrada no en generar una lucha de clases de ricos contra pobres que Petro y sus secretarios trataron de imponer en la capital, de irrespetar las normas, invadir el espacio público por los ambulantes, casi que estimular el consumo y la comercialización –ahí pegadito- de la marihuana y otros psicoactivos entre los jóvenes, en una especie de todo vale sin Dios ni Ley, amparado un pseudo discurso social y de izquierda.

Por ello es posible que la ciudad de la convivencia, la cultura ciudadana, las normas para todos, el orden, la seguridad, sin olvidar la inversión social, volverá a Bogotá, según dicen los capitalinos.

Precisamente por esa ciudad insoportable, caótica e insegura de la herencia Petro y compañía, es que casi en ninguna parte del país sus socios, aliados, exfuncionarios la parecieran tener fácil. Incluso en Ibagué, donde el ex secretario de Salud y Gobierno de Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien aparece peleando por la Alcaldía contra quien se dice es el candidato del actual alcalde Luis H. Rodríguez y los grupos políticos, Jhon Ésper Toledo, y también contra el candidato cívico y por firmas ciudadanas Ricardo Ferro, quien está posicionado fuertemente en el tablero electoral. Claro que también se dice que como ha sucedido en las dos veces anteriores cuando fue alcalde de la ciudad, Rubén Darío Rodríguez Góngora “rubencho”, podría pasar por la mitad de todos agitando el trapo rojo. O sea, no se puede cantar victoria aún.

Lo cierto es que faltando siete días empiezan a crecer los temores frente a Jaramillo, precisamente por su cercanía con Petro con quien trabajó y a quien ayudó e ejecutar sus ideas de gobierno en la capital del país, aunque eso no lo hace responsable, por su puesto. Pero ello sí podría dar al traste con su aspiración y las de muchos movimientos de izquierda en el país, a quien Petro aplicó el efecto dominó.

Por otro lado, graves las denuncias realizadas por el portal informativo el www.elolfato.com, donde su director Luis Eduardo González, informa que él y su página están siendo atacados desde el viernes anterior y la seguridad de quienes hacen parte de ese medio digital está en riesgo. Mi más enérgico rechazo a tales presiones, y pido a la Fiscalía, la Policía, el Gobierno nacional, las agremiaciones periodísticas del país que inmediatamente hagan las investigaciones de rigor sobre el caso. No se puede permitir que no solo se cercene la libertad de opinión e información, si no que se abra en la ciudad cualquier posible práctica mafiosa o de cártel que traten de generar intimidación o autocensura de cualquier medio de comunicación o sus periodistas.

Comentarios