Adiós quemados, hora de trabajar

Nelson Germán Sánchez

Así como establecemos por tradición, cultura, norma, institucionalizar un día para todo en Colombia, hoy se debería decretar el día de los quemados político.

Las razones y justificación son muchas: muchos perdedores, endeudados, promesas absurdas, sin trabajo y mucha gente exigiéndoles cumplir. Además de ellos, los interesados en los contratos o su “gestión” ante las instancias oficiales. Igualmente, el líder de barrio que despotricó y peleó con los vecinos porque no quisieron acompañarlo con sus candidatos. Como se calcula que son más de 100 mil en todo el país los que no lograron ser elegidos para alcaldías, gobernaciones, asambleas, concejos y juntas administradoras locales, es más que suficiente para tramitar este día ante el “trabajador y coherente” Congreso de la República.

Pero más allá de eso anecdótico, lo importante es que los que ganaron entiendan que la campaña terminó y llegó el momento de trabajar por y para todos; claro incluida Ibagué- y el Tolima. Los mandatarios salientes, que no se la vayan a dar de camelladores ahora, y se dediquen más bien a cerrar los temas administrativos, financieros, dejar documentos en orden, carpetas al día, contratos, convenios, acuerdos, licitaciones, reservas presupuestales, anulados CDP y RP que no usaron, contestar recursos y temas pendientes con juzgados y demás, que los próximos tres años les sobrará tiempo para dedicarse a visitar las “ías”, contestar demandas, defenderse de chismes, inventos y mentiras que sobre su gestión se multiplicarán como la hiedra y el rastrojo al interior de las oficinas que dejan.

Si nunca llegaron a trabajar antes de las 7 a.m., por estar jugando golf en el Club Campestre o haciendo rutinas en los gimnasios, pues ahora no lo hagan, preparen y conformen las comisiones de empalme, que se reúna no una sino por lo menos 10 veces con el equipo del ganador para dejar todo mayoritariamente claro y firmado en actas como lo pide la Ley.

A los mandatarios nuevos no lleguen a inventar que el agua moja o hacer lo mismo de antes. Que conectividad vial por vías terciarias, huellas, muros, gaviones y estabilizadores o contratar mantenimientos veredales para las mismas. No, eso se tiene que hacer y punto, no es un regalo del mandatario ni es su gran aporte al campo. Distinto si hablan de conectores viales, circuitos de la ciudad y el Departamento para mejorar calidad de vida y tiempos de desplazamiento. Ni de recuperar seguridad, si no cuanto pie de fuerza pedirán y subsidiarán vía presupuesto, y qué políticas de inteligencia implementarán acompañadas de inversión social y de tiempo libre.

A hablar de cobertura escolar, nombrar maestros o subsidios de transporte y alimentación, eso ya es un derecho ganado y lo tienen que hacer. Tampoco de construcción de mega colegios, si no de la dotación, su conectividad, aulas inteligentes e interactivas, profesores que se capaciten para ello.

En el caso del Departamento, el tema de la prestación de los servicios de salud y como sacarán de la quiebra el Federico Lleras, cuando se dará la fusión USI- San Francisco, el tema del agua para la ciudad y para todo el Tolima, por lo tanto, como enfrentarán el cambio climático y el tema de La Colosa y la megaminería en Ibagué y el Tolima, la minería ilegal.

De la UT no seguir con el discurso cantinflesco de la burocracia, presentar proyectos, bla bla bla y no se qué tontadas obvias sacadas de los tres chiflados, ni de cobertura, porque eso se debe hacer; es de cómo llegar a la calidad educativa con docentes con doctorados, que investiguen, carreras acreditadas de alta calidad, subsidios para estudios para los más pobres y no solo de producir cartones para profesionales en la visión de Chavo de hacer más pobres para los tugurios.

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