Limpiatón y conciencia verde

Nelson Germán Sánchez

Hace cinco semanas en esta columna hice un llamado a las autoridades municipales, departamentales y ambientales frente al muladar y depósito de basura al aire libre en que se había convertido el río Combeima, en buena parte de la zona del Cañón del mismo nombre y en el área en que atraviesa la zona urbana de la ciudad.

Es reconfortante para quienes hacemos opinión y este tipo de llamados públicos saber que las observaciones y sugerencias son escuchadas, por ser con la mejor intención, el propósito de aportar y de señalar hechos y situaciones que muchas veces se salen del radar de las administraciones por el absorbente día a día en que viven allí.

La denominada limpiatón o jornada de limpieza del cauce y las orillas del más importante río de los ibaguereños es digno de resaltar, destacar y reconocer. Entiendo que la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, lideró la causa y convocó a la Alcaldía de Ibagué, a los voluntarios ambientalistas, a grupos ecológicos, a estudiantes de la zona y jóvenes residentes en los corregimientos, veredas e inspecciones ubicadas allí.

Bien por ellos, felicitaciones por ese esfuerzo físico, pero por sobre todo por dar ejemplo de trabajo en equipo, de propósitos conjuntos, de hacer cosas reales en procura de contribuir al cuidado del medio ambiente, la naturaleza y proteger el agua.

Entiendo que fueron cerca de cuatro toneladas de basura las que sacaron del río, compuestas por residuos y desperdicios de todo tipo: Colchones, juegos de sala, electrodomésticos fueron recuperados por estos hombres y mujeres que hicieron gala de sentido ecológico.

Este sería un buen momento para recordar a los turistas y visitantes del Cañón del Combeima en esta Semana Santa que no contaminen, recojan la basura, lleven bolsitas dentro del carro para que depositen allí envolturas y sobrantes y no los arrojen por las ventanas a la carretera o en las zonas verdes, porque inevitablemente irán a parar al río Combeima.

Que las autoridades se pongan prestas con este tipo de información y desarrollen toda una campaña para convertir a los turistas en vigías de la naturaleza, como dirían en Cortolima. Este es un llamado para que este tipo de campañas no se queden solamente para el río Combeima sino para llevarla a El Totumo, El Salado, Payandé; y también a los municipios del Departamento en zonas como Murillo, Falan, Mariquita y Prado. Es hora de ponernos más despiertos y pilas frente a lo que se debe hacer para promover un turismo responsable en esas zonas, que requieren de planificación turística y liderazgo real por parte del Gobierno departamental, sin tantos cuentos ni demoras.

Todos podemos ser vigías y tener un corazón y una conciencia verde en esta Semana Santa si vamos a fungir de turistas en cualquier parte de nuestro bello territorio tolimense.

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