El campesino embejucao

Nelson Germán Sánchez

–Gersan-

Con toda determinación y con la mayor consideración posible por estos dos personajes de la politiquería y la ‘farsándula’ nacional. Que se expresan lo mismo, se comportan igual, levitan y no caminan, se creen por encima de la Ley y de todos los demás; que llevan el pecho hinchado de arrogancia, la cabeza caliente de maldad, la manipulación, la mentira y la exageración como estrategia de campaña, les quiero en este espacio dedicar una canción de nuestra cultura popular, que resume como ninguna el hastío que creo tenemos la mayoría de colombianos por ustedes y su falsedad.

Hablo de los indecisos, de los del voto en blanco, los abstencionistas, que hacemos la mayoría electoral pero tenemos cero efectividad política real. Principitos Uribe y Petro, que coinciden hasta en el número de letras en sus apellidos ¿Por qué no nos dejan en paz? Vivir, trabajar, gozar y de paso votar con tranquilidad. Como le dijo el Rey Juan Carlos al difunto Hugo Rafael ¡Por qué no se callan! Dejen de cacarear por cacarear. Ya los conocemos, sabemos lo que hicieron y de lo que son capaces para llegar al poder del Estado, que les gusta más que respirar.

Uribe y Petro, que parecen ser como las dos cabezas de Anfisbaena, con la diferencia de que una ataca por la derecha y la otra por la izquierda liberal. Déjenos tranquilos, denos espacio para poder pensar, que su estilo y actitud nos tienen como ‘el campesino embejucao’ de Oscar Humberto Gómez, letra que les ofrendo por ser fiel reflejo de adónde nos quieren ustedes encasillar:

El campesino embejucao

“Me tienen arrecho con tanta juepuerca preguntadera.

Que qué color tiene mi bandera que si yo soy godo o soy liberal.

Me tienen berraco con tanta juepuerca averiguadera.

Que si soy eleno que pelo si quiera, apoyo a las AUC o soy de las Farc.

Me tienen mamao con tanta juepuerca interrogadera.

Que si yo a la tropa le abro las cercas y les doy el agua de mi manantial.

Que si soy comunista, de Anapo de la izquierda, o de la derecha.

Que si imperialista, que joda arrecha resulta querer vivir uno en paz

(Yo soy campesino trabajador, pobre, muy honra’o

Vivía muy alegre pero me tienen embejucao)

“Pues miren señores a todos ustedes yo les contesto

y quiero que quede muy claro esto, yo no soy nadie hago el bien no el mal.

Trabajo en el surco desde que el gallo me anuncia el día

y solo consigo pa’ mi familia, poquitas sonrisas y aún menos pan.

A mí nadie viene si no cuando vienen las elecciones.

Llegan a joder que con los colores y todos los doctores que cambio harán.

(Yo soy hombre del campo o mejor dicho soy campesino

así que les ruego, suplico y pido ya no más preguntas no me jodan más)

(Yo soy campesino trabajador, pobre, muy honra’o

Vivía muy alegre pero me tienen embejucao)”.

Hasta aquí la canción; pero con todo pudor por los dos principitos yo simplemente –y si pudiera y con el permiso del autor-, le agregaría una estrofa dado su público actuar: “No le asqueen más la mente a los jóvenes del campo y la ciudad, a nuestros estudiantes de universidad.

“No promuevan más la lucha de clases y el odio hacia el que tiene un poco más. Ni contra el que piensa diferente, defiende la paz o no se comporta como los demás.

“Dejen de estar azuzando la guerra ciudadana, por ganarse un voto con irasidad. Paren ya la joda y más bien póngase a trabajar para terminar con tanto bla, bla, bla”.

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