Se rearman las Farc

Nelson Germán Sánchez

–Gersan-

Esta no es una situación de poca monta, por el contrario es de mucha transcendencia para la vida –literalmente hablando- nacional, pues se trata nada menos y nada más que evitar entrar en un nuevo ciclo de violencia armada.

La cual pareciera asumir que efectivamente no le cree al Estado ni a los gobiernos el contenido y promesas de sus acuerdos de paz (tienen sus motivos, todos los hemos visto) pero además es claro que no les interesa apartarse de un jugoso y lucrativo negocio como lo es el narcotráfico, la explotación ilegal de recursos naturales y de la extorsión.

Los informes dados a conocer por estos días por medios nacionales y organismos no gubernamentales dan cuenta de que este no es ni un chisme de la oposición, de los enemigos de la paz o los señores de la guerra como diría el ya olvidado cuasi expresidente Santos.

Se trata de una realidad que nos puede llevar a un recrudecimiento del conflicto nuevamente en ciertas zonas del país abandonadas por la inversión gubernamental y la presencia de sus agencias sociales, en dónde se quedaron esperando que llegaran los ríos de leche y miel, o aunque sea la pequeña infraestructura vial, un puesto de salud, mobiliario para la escuela o una zona wifi, luego de la firma del Acuerdo de La Habana.

A más de que ante la ausencia de quienes representaban la autoridad, dirimían conflictos e impartían hasta “justicia”, pues los pobladores se sintieron más abandonadas que siempre. Todas estas circunstancias lo que permiten es que la llegada de quienes hoy se conocen como disidencias sea más fácil o sin mucha resistencia Además que se crean con cierto halo de superioridad antes las personas, pues pueden sentir que hacen a sus anchas y dejarles en claro que al resto del país parece no importarles ni ellos ni sus bienes ni sus expectativas de mejorar la calidad de vida.

De ser ciertas este tipo de informaciones, no menos de 2.000 hombres podrían reagruparse como delincuencia. Ya se sabe que el frente primero de las Farc fue el que tomó la iniciativa de apartarse del acuerdo Santos-Timochenko y que cuenta con 300 o 400 hombres, que hacen presencia en Vaupés, Vichada, Meta y Guaviare, según el informe conocido del Insight Crime.

Pero lo preocupante es saber que de esa especie de resurgir harían parte el alias ‘Guacho’, y por lo menos 29 estructuras más, de las cuales un poco de la mitad ya habrían mostrado su interés por esas Farc II- 2018. Así como el hecho de saber que ya han tenido cumbres para discutir una especie de plan de expansión y que de los mismos participaron algunos exduros de las viejas Farc como ‘Gentil Duarte’, ‘Jhon 40’ y ‘Rodrigo Cadete’.

Ese es un tema que merece toda la atención del nuevo Gobierno que inicia en 22 días, no solo para doblegarlos militarmente, si no con presencia real de apoyos oficiales en ciertas zonas del país, donde restarles apoyos de esos ciudadanos amedrentados, que pueden sentirse de segunda y por lo tanto sin más opción que prestarse a las pretensiones de esos guerrillos-traquetos recargados, que serán muchos más viles y violentos por la experiencia, el conocimiento y la información que poseen. Ese es el primer reto del presidente Duque. Ojalá por el bien del país lo sepa afrontar y no vaya a recurrir a fórmulas manidas y simplistas de “los derrotaré con el peso de la Ley y nuestras Fuerzas Armadas”. Se necesitará mucha sagacidad, inteligencia, tecnología y temple para afrontar ese inmenso desafío que evite levantar un polvorín que los involucre a ellos, a los sí acogidos al proceso de paz y con la comunidad internacional.

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