“Crímenes por encargo: El desplazamiento, el barrio y la pandilla en 6 novelas colombianas” es el nombre del seminario organizado por el Centro de Estudios Regionales de la Universidad del Tolima y Vicerrectoría Académica, que nos permitirá tener una mirada distinta de aquellos jóvenes que nos parecen escabrosos, pero cargan sobre sus hombros el peso de la violencia intrafamiliar, la pobreza, el desplazamiento y la estigmatización de una sociedad que casi los arrinconó para convertirlos en pistoleros de ciudades como Medellín, Pereira, Bogotá, entre otras. (El seminario comenzó el 14 de septiembre e irá hasta el 23 de noviembre de este año).
Pero que, además, a falta de un sistema educativo que los cobijara, fueron entrenados en escuelas de sicarios –incluso algunas instaladas en Ibagué- formados en el manejo diestro del puñal por el parche, en el raponazo por el combo de la esquina, el manejo de la moto y la pistola por los gatilleros y hasta en el entrenamiento militar y de uso de armas largas al enlistarse en el servicio militar o volverse militante de un grupo guerrillero o paramilitar.
Esa otra mirada que se ofrece en estas lecturas y la guianza sobre el tema a cargo del profesor Luis Alfonso Argüello, no solo es entretenida sino profunda en el abordaje de tal problemática social de la que hicieron –y hacen- parte en la historia del país cientos o quizás miles de nuestros jóvenes; cuyas vidas inexorablemente terminan desperdiciadas al servicio de la mafia, la corrupción, poderes económicos y políticos ocultos, que son quienes se nutren de sus desdichas para convertirlos en el brazo oscuro de sus intereses con su accionar criminal.
Valen la pena más seminarios que como este, que permiten conocer una parte de ese mundo, desde la mirada literaria y académica de expertos en la materia que han realizado largas investigaciones en el Eje Cafetero, el Valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca, entre otros lugares, y las han plasmado en libros dando razón en sus páginas sobre ese fenómeno y sus bifurcaciones, así como con su cordón umbilical con la vida política y cultural nacional.
A través de las novelas: “El sicario”, de Mario Bahamón Dussán; “Morir con papá”, de Oscar Collazos; “Perros de paja”, de Rigoberto Gil Montoya; “Sangre ajena”, de Arturo Alape; “El cronista y el espejo”, de Óscar Osorio y “La cuadra”, de Gilmer Mesa, con la cual se cierra el espacio académico, los asistentes y lectores pueden encontrar un relato nacional tan real que en verdad parece todo menos una novela.
Que buen momento, ahora que estamos en el postconflicto o postacuerdo, en la implementación de la Justicia Especial de Paz, en el búsqueda de la reconciliación nacional, en el momento de contar la verdad para evitar la revictimización, asegurar la no repetición de la barbarie que manchó el país por 50 años de lucha fraticida, para conocer también estos otros relatos que nos permitirán ampliar la frontera mental para tener una visión mucho más holística sobre lo que pasó, pasa y pasará en el país si seguimos teniendo una mirada plana y fría de nuestro tejido social y sus enredadas formas.
Serán tres meses de inmersión en lecturas intensas, dramáticas, crudas y muchas veces sangrientas y oscuras, que crearán tensión emocional y espiritual, y en algunos momentos ganas de dejarlas por su dramatismo y nivel de detalle en los acontecimientos y en el trágico desenlace de cada uno de los personajes que son abordados en cada novela. Pero vale la pena por nosotros y las futuras generaciones asomarnos en ellos, para evitar seguir cosechando “más crímenes por encargo”.
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