La paranoia gringa: del cine a la realidad

libardo Vargas Celemin

Cuando leí en el periódico, un enjambre de imágenes coparon mi mente. Una música in crescendo se mezcló con los gritos de seres humanos desesperados por la llegada arrasadora de los alienígenas. Pensé por un instante que otra vez iban a contar la sinopsis de una de las tantas películas que Hollywood no se cansa de producir, pero no era una película, era una noticia.

Allí se hablaba de una inversión de más de ocho mil millones de dólares, cifra que no cabe en las calculadoras de los países en vía de desarrollo, sin embargo no encontré rechazos, ni protestas de la sociedad norteamericana, por el contrario, parece que la iniciativa cuenta con la aceptación tácita de hombres y mujeres que, desde el 11 de septiembre del 2001 han incrementado su preocupación por la otrora inexpugnable defensa nacional.

Las amenazas provienen de la archienemiga Rusia de la guerra fría, ahora le coquetea al espionaje y a la intromisión en asuntos como las elecciones presidenciales. Está también el Isis, que guarda silencio por temporadas para acometer con mayor violencia. El extraño presidente de Corea del Norte también asusta, lo mismo que el papel que juegan cientos de tiradores que alimentan sus instintos criminales por las redes sociales con la anuencia de la Asociación Nacional del Rifle y los senadores fletados para defender la venta de armas.

Pero quizá el mayor riesgo no son los alienígenas de las películas, ni las pesadillas de los veteranos de cuanta guerra se desata en el mundo con la participación de los “gringos”. El peligro real es su presidente, pues según el psiquiatra español, Enrique González, experto en paranoia, “los factores desencadenantes de la enfermedad se encuentran muy activos en individuos que presentan acusado narcisismo” y Trump es el campeón de la egolatría y la presunción.

La noticia sobre la creación de un “Ejército espacial”, con capacidad extraplanetaria, la dio el Vicepresidente Mike Pence. Esta nueva rama de las Fuerzas Armadas estadounidense estará dedicada “a la seguridad en el espacio que ya se ha convertido en un nuevo campo de batalla”. El proyecto va dirigido a hacerle frente a China y Rusia que están avanzando en el control del espacio y Trump no puede permitir que otro país “domine el cosmos”.

Si esta propuesta se concreta, a partir del 2020, tendremos un espacio saturado de sofisticados aviones, unos soldados con máscaras y pertrechos nunca antes usados y una contaminación sin límites de la atmósfera, como si ya no tuviéramos suficiente.

La ficción una vez más supera la realidad, cintas como “Día de la independencia” o “Extinción”, servirán de manuales para preparar el nuevo ejército. Total, la paranoia es un componente de la personalidad norteamericana.

lcelemin2@gmail.com

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