Todos ponen

Aunque se hundió en el Concejo la propuesta de la Administración de aumentar el impuesto predial en Ibagué, el tema de las finanzas municipales debe debatirse sin demora y de cara a las necesidades, perspectivas y posibilidades de la ciudad y sus habitantes.

Cuando se compara el presupuesto de la Capital del Tolima (325 millardos de pesos), con el de Medellín (cuanto billones de pesos), Cali ( 1.7 billones) y Cartagena (1.2 billones) se comienza a tener una plena dimensión sobre el tema.

De Perogrullo resulta recordar que el equilibrio de las finanzas de  cualquier entidad se basa en la concordancia entre los ingresos y los egresos por lo que el cuidado debe ser similar para unos y otros.

Repasar los escapes de recursos a lo largo y ancho de la administración resulta bien saludable. Basta mirar lo que ocurre en el Ibal donde las diferencias entre el agua tratada y la que realmente se factura y se cobra sobrepasa los más laxos índices internacionales con los naturales efectos en las finanzas del organismo.

En Tránsito han sido inveteradas las falencias que hacen que las multas por infracciones, sanciones y los ingresos de toda índole que deben nutrir las finanzas de la entidad se esfumen sin control con lesión enorme para el erario.

Y así por donde se mire, lo que nos devuelve al predial, en una ciudad que ha crecido desordenada, donde los sectores y los estratos se confunden y, por esa misma razón, ese mismo desorden y las innegables dosis de corrupción se encuentra que predios de las mismas características, igual ubicación y tamaño similar tributan con abismales diferencias. Por cierto, en años anteriores había predios centrales edificados que aparecían como lotes, urbanizaciones enteras que no figuraban como contribuyentes pues sus tarjetas del catastro habían desaparecido y lotes de engorde y viviendas de lujo que aparecían como de estrato 1 o de interés social.

Con base en lo anterior la Administración debería presentar un programa de actualización catastral que persiga y sancione la evasión y la elusión para poder contar con una base cierta de operación y, luego sí proponer un incremento que cobije equitativamente a quienes cumplen con sus obligaciones y los que se han valido de argucias para evadir sus compromisos con la comunidad.

EL NUEVO DÍA

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