Debates con contenido y sustento

Aunque desde ahora se puede anticipar que si hay un tema prioritario la educación encabezaría el escalafón. Inmediatamente viene a la mente la posibilidad de alcanzar la paz, lo que, seguramente, liberaría recursos que hoy se esterilizan en la confrontación y que tendrían el mejor uso posible en la educación.

Los resultados de las Pruebas Pisa en las que tan mal les fue a los estudiantes colombianos continúan generando debates y posiciones encontradas en el ámbito nacional.

Coincidentemente se conoció el resultado de un estudio auspiciado por Compensar sobre la situación y calidad del sistema educativo colombiano que, entre muchas otras precisiones indica que para mejorar el precario estado se requiere modificar, lo más pronto posible, elementos tales como la jornada de estudio y señala a la jornada única como la ideal que podría arrojar los mejores resultados; el otro elemento indispensable, que también requiere de recursos y tiempo, es el que propenda por mejorar la calidad de los maestros.

Afortunadamente las dos circunstancias mencionadas comienzan a permear las campañas presidenciales, que hasta el momento se habían circunscrito a lanzar epítetos contra sus adversarios o a indicar lo que debería hacerse en el gobierno pese a que algunos han hecho parte de los gobiernos recientes o de las coaliciones gobernantes y se abstuvieron de realizar lo que ahora consideran indispensable.

Respecto de la educación parece haber consenso en que de poco vale la cobertura de no mediar la calidad y que se hace imprescindible llegar en corto plazo a la jornada única en las instituciones oficiales y, de paso, llevar a las privadas, que aún no la tienen, a unificar la jornada.

Lamentablemente ninguno de los aspirantes ha exhibido las cuentas de lo que costaría el programa, pues de un análisis en borrador se puede estimar que debe duplicarse la capacidad instalada en las instituciones educativas, se debe brindar alimentación gratuita a millones de estudiantes y proceder a un radical viraje que permita, en muy corto plazo, no solo ampliar la planta de profesores sino emplearse a fondo en mejorar la calidad de los docentes no solo de los actuales sino trabajar en ese sentido con los nuevos desde el principio.

¿Cuántos puntos del Producto Interno Bruto PIB se requieren para lograr la meta descrita?

Aunque desde ahora se puede anticipar que si hay un tema prioritario la educación encabezaría el escalafón.

Inmediatamente viene a la mente la posibilidad de alcanzar la paz, lo que, seguramente, liberaría recursos que hoy se esterilizan en la confrontación y que tendrían el mejor uso posible en la educación.

Así sí comienzan a tener contenido los debates y pueden comparase las propuestas, sin demagogia y lucubraciones.

REDACCIÓN EDITORIAL

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