Para no quedar por fuera

¿Cómo suplir esta exclusión y facilitar a los mejores estudiantes su acceso a la educación superior en instituciones del departamento? He allí una buena opción para que los nuevos alcaldes y el nuevo gobernador conciban fórmulas creativas que puedan beneficiar a los estudiantes y a las universidades regionales.

Los estupendos resultados del programa del Ministerio de Educación denominado Ser Pilo Paga han llevado a que el gobierno lo incremente y lo expanda.

Pese a problemas previsibles como la adaptación de algunos beneficiados a entornos complejos y muy distintos a sus zona de confort. A que algunos desadaptados en universidades de élite intentaron conductas discriminatorias, apenas el 3.4 por ciento de los matriculados bajo el programa se retiró del mismo.

El gobierno anuncia que en esta ocasión llamada Ser Pilo Paga 2.0 habrá cupo hasta para 11 mil de los mejores alumnos del país pertenecientes a los estratos socioeconómicos más bajos.

Con una adición: la oferta de condiciones especiales para quienes quieran obtener una licenciatura en docencia. Ya que se les permitirá obtener una doble titulación, se les facilitará acceso hasta niveles avanzados en el estudio de una segunda lengua y se facilitará su especialización en el exterior.

Como es sabido existen condiciones claras en el programa: no se le cobrará un solo peso a quien se gradúe, además recibirá apoyo periódico en dinero para transporte y fotocopias.

Un requisito ineludible consiste en que el beneficiario se inscriba en una de las 39 universidades a las que el Ministerio ha otorgado la categoría de alta calidad institucional.

Esta última consideración tiene algunos beneficios adicionales: se garantiza la alta calidad educativa para el favorecido y, por el otro lado, las universidades reciben un apoyo financiero al recibir un gran volumen de nuevos matriculados, con otro beneficio extra derivado de la dilución de la estratificación de su alumnado y conformar una comunidad educativa que represente más adecuadamente la composición social del país.

La región no tiene todavía universidades que hayan obtenido la acreditación de alta calidad institucional, aunque la de Ibagué y la del Tolima se encuentran en el proceso de acreditación. Se estima que la primera recibirá la certificación antes de culminar el año, pero no alcanzaría a clasificar a la segunda fase de Ser Pilo Paga, cuyos cupos se adjudicarán en el mes de octubre.

¿Cómo suplir esta exclusión y facilitar a los mejores estudiantes su acceso a la educación superior en instituciones del departamento? He allí una buena opción para que los nuevos alcaldes y el nuevo gobernador conciban fórmulas creativas que puedan beneficiar a los estudiantes y a las universidades regionales.

REDACCIÓN EDITORIAL

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