Editorial: Se agita el escenario

El agitado escenario indica que se acerca el momento de las definiciones y que más temprano que tarde el país deberá expresar su opinión sobre lo acordado. Y si lo acoge, iniciar el largo y proceloso camino en busca de la paz.

Al finalizar el ciclo 41 de las conversaciones en La Habana, entre el Gobierno colombiano y las Farc se dio a conocer un pronunciamiento del grupo guerrillero en el que se indica que los diálogos avanzan para bien, pese a que el tiempo marcha inexorablemente.

El vocero de las FARC, ‘Iván Márquez’, señaló que el grupo guerrillero analiza la posibilidad de convertirse en un partido con participación política abierta, lo que implica la dejación de las armas para actuar en la política activa.

Un pronunciamiento similar se produjo en 1984, cuando se creó la Unión Patriótica, tras lo cual se produjo el asesinato de más de tres mil militantes de ese grupo político, entre quienes estuvieron dos candidatos presidenciales.

El anuncio ya ha comenzado a producir reacciones y revelaciones desde todos los sectores del espectro político, de connotados funcionarios y de personas cercanas al Palacio de Nariño.

Uno de los primeros en hablar fue el hermano del Presidente, uno de los más estrechamente vinculados al proceso que desembocó en las conversaciones de La Habana, el periodista Enrique Santos Calderón. Admite que el Gobierno estaría de acuerdo con la instalación de seis zonas de concentración de miembros de las Farc, mientras avanzan los procesos de desarme y regreso a la vida civil. El número de sitios es bien inferior a los 30 requeridos por las Farc y guarda similitudes con lo acontecido durante el proceso de desmovilización de las estructuras paramilitares en tiempo de Álvaro Uribe Vélez.

En tanto, evolucionan propuestas como la de la comisión del Congreso que analizará los acuerdos y presentará un proyecto que ajuste lo acordado al ordenamiento legal. También salta a la palestra el Fiscal quien se identifica con la propuesta del presidente de la Corte Suprema en la intención de considerar el narcotráfico como delito de carácter político y la usual oposición del Procurador a toda propuesta que surja de desde la Fiscalía.

El agitado escenario indica que se acerca el momento de las definiciones y que más temprano que tarde el país deberá expresar su opinión sobre lo acordado. Y si lo acoge, iniciar el largo y proceloso camino en busca de la paz.

¿Alguien olvidó al ELN?

REDACCIÓN EDITORIAL

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