Preocupantes actividades y vínculos

Llevaba, por la fuerza o voluntariamente, muchachos y muchachas de Alvarado y Flandes, así como nutría su organización con muchachos de los dos municipios y barrios marginales de Ibagué.

Como es de general conocimiento las organizaciones conocidas ahora como bacrim y sus aliados narcotraficantes son estructuras en permanente conflicto interno y en disputas territoriales con rivales de similar laya. Cuando por muerte o captura desaparecen los cabecillas la disputa por las posiciones son usualmente sangrientas y para el efecto están en permanente reclutamiento y entrenamiento de contingentes que les permitan sostener y ampliar sus grupos criminales.

En días pasados fue dado de baja en Cumarilo, Vichada, quien había heredado la estructura antisocial de Pedro Oliverio Guevara Castillo (más conocido como “Cuchillo”, el no menos truculento Martín Farfán Díaz cuyo alias “Pijarvey” sembraba el terror en Vichada, Meta y Guaviare y lideraba una banda llamada Bloque Libertadores del Vichada, asociada con los no menos peligrosos miembros del Clan Úsuga.

Con el paso de los días se conocen más detalles que logran conformar una imagen del sombrío personaje. Acumulaba oro y joyas extravagantes y se servía del metal como escudo protector. Era proclive a la pornografía y la pederastia pues a más de conocidas prepagos, llevaba menores a sus orgías y a los padres de estas últimas las recompensaba con tierras y vehículos.

Tenía fijación con la santería y la brujería y confiaba en los consejos de brujas del Chocó y el Urabá antioqueño que le leían las cartas, le fumaban tabaco y le manejaban un ritual llamado del gato negro que el bandido tenía tatuado en el brazo izquierdo. Informes posteriores dan cuenta de que practicaba el canibalismo.

El general Palomino, director de la Policía, ha revelado investigaciones, seguimientos y grabaciones que refieren sobre los nexos del criminal con funcionarios y candidatos a las elecciones del próximo 25 de octubre. A más de que indican que recaudaba el 10 por ciento de contratos de obras públicas de varios municipios y regiones enteras. Por estos hechos están siendo investigados 32 ciudadanos (es de esperar que tales investigaciones y los correspondientes nombres sean revelados antes de las elecciones).

Si bien “Pijarvey” había pagado una leve condena entre 2009 y 2012, pese a sus sombríos antecedentes, tras la muerte de “Cuchillo” había reestructurado su imperio criminal, trabajaba en la consolidación de la ruta del Pacífico con la Oficina de Envigado y a las fiestas que realizaba en San Martín y Granada, en el Meta, llevaba, por la fuerza o voluntariamente, muchachos y muchachas de Alvarado y Flandes, así como nutría su organización con muchachos de los dos municipios y barrios marginales de Ibagué. Algunos de ellos no volvían y sus familias los denunciaban como desaparecidos y, en otras ocasiones, regresaban entrenados para conformar las bandas que manejan el sicariato, el gota a gota, el microtráfico y el mototaxismo que son las actividades en las que se especializan las bacrim y los narcotraficantes (que usualmente son los mismos) para mantener y ampliar sus territorios}.

¿Tendrán las autoridades en la región claridad sobre el tema? ¿Están haciendo algo al respecto?

REDACCIÓN EDITORIAL

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