Día mundial contra el trabajo infantil

Hoy sería bueno preguntar ¿cuántos programas se están desarrollando en este momento en Ibagué y en el Tolima en contra de este flagelo? ¿Será que el tema nos importa y nos afecta solamente durante un día?

El pasado lunes se conmemoró el día mundial contra el trabajo infantil. Eventos y manifestaciones se llevaron a cabo en diferentes países, con el fin de recordar las no tan gratas cifras acerca de los niños que, en lugar de acudir a un colegio, trabajan y son explotados en contra de su voluntad para ser méndigos o facilitadores en el negocio del microtráfico y la explotación sexual. Según la Unicef, unos 168 millones de infantes trabajan y de ese número, unos 85 millones lo hacen en condiciones de peligro y vulnerabilidad máxima.

Al menos en Colombia se estima que 869 mil niños laboran en distintas actividades, principalmente en ventas ambulantes, aunque aquello contraste con la “positiva” lectura de la ministra de trabajo, Griselda Restrepo, quien manifestó recientemente que dicha cifra se ha reducido de un 13 al 7% en los últimos años.

No obstante, en ciudades como Cali, Medellín, y otras de la costa caribe, el número sigue siendo alto, a razón de las difíciles condiciones socioeconómicas que se viven, y del alto nivel de deserción escolar, que incide y tiene su origen en otro tipo de factores y motivos, pero que finalmente se complementan.

En lo que concierne a Ibagué, el Dane reveló que en un 36% disminuyeron los casos de trabajo infantil, en comparación con el año 2015, ocupando el puesto noveno a nivel nacional y con una incidencia del 2.4%. Aun así, y ante la mirada de muchos quienes transitan por las calles de pueblos y veredas del departamento, así como por las principales plazas de mercado, y parques de la ciudad de Ibagué, el trabajo infantil sigue siendo una constante que merece toda la atención de las respectivas dirigencias políticas, pero también del Gobierno nacional, el Icbf y en efecto, la sociedad civil.

No debería haber necesidad de repetir que el lugar adecuado para que un niño permanezca es en un hogar en el que se le brinden todas las garantías de bienestar, entre ellas, el acceso a la educación, a los ratos de esparcimiento y sana diversión, que le permitan, crecer y formarse de la mejor manera en un mundo cada vez más competitivo.

Hoy sería bueno preguntar ¿cuántos programas se están desarrollando en este momento en Ibagué y en el Tolima en contra de este flagelo? ¿Será que el tema nos importa y nos afecta solamente durante un día?

REDACCIÓN EDITORIAL

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