Luego de una larga y tortuosa campaña, el día de hoy los colombianos saldrán a las urnas con el fin de elegir presidente.
Dos lados opuestos disputarán la silla en la Casa de Nariño, y aunque para muchos, la suerte está echada, habrá quien aún no haya decidido su voto, pues una buena fracción de colombianos no votó en primera vuelta ni por Duque, ni por Petro, y aquellos en su mayoría, muy seguramente encarnarán el voto en blanco, o lo que es peor, no saldrán a votar.
Para ello, hubiera servido el acostumbrado debate de segunda vuelta, en donde ambos candidatos pudieran conquistar los votos de los indecisos, y expusieran con mayor contundencia sus argumentos, que en el caso de Petro cambiaron luego de la adhesión de Claudia López y Antanas Mockus, con quienes se comprometió que, en caso de ganar, respetaría la propiedad privada, no convocaría una Constituyente, y no expropiaría.
Sin embargo, aquello no pasó, pese a la insistencia de los canales públicos de televisión quienes, promovieron la intención de un solo encuentro con participación de los canales privados, cosa que fue desestimada por la campaña de Iván Duque, a quien sus asesores de campaña, recomendaron no salir a debatir.
Hoy con ese elemento inédito de la falta del debate final, los colombianos saldrán a votar, y aunque probablemente muchas personas se queden en casa a disfrutar del Mundial, simplemente por el hecho de que ninguno de los dos candidatos los representa, tanto ‘Petristas’, así como seguidores de Duque, y más exactamente de su mentor Álvaro Uribe, compensarán el vacío de los abstencionistas, en una carrera por la Presidencia, que si bien algunas encuestas dieron por ganador a Duque, la última de Datexco hablaba de un empate técnico.
Por el bien del país y de la democracia colombiana, lo único que podemos esperar hoy, es que la gente salga y vote libre y tranquilamente, a conciencia, y sobre todo vote por alguien y no contra alguien. Sea quien sea el ganador, tal y como lo dijimos el pasado 27 de mayo, esperamos que los resultados se tomen con serenidad y tranquilidad, responsabilidad civil, y talante democrático.
El Presidente de la República por mandato constitucional está en la obligación de unir al país y representar la institucionalidad, y en ese sentido, esperamos que vaya el discurso del ganador, mucho más, luego de la inmensa polarización y división por la que atraviesa nuestra patria.
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