¡Salgamos a votar!

Votar la Consulta más que un acto político, tiene que ser un acto de responsabilidad ciudadana, y aportar con un granito de arena al cáncer que consume. Tenemos una oportunidad valiosa de hacernos sentir como país, y reivindicar nuestra democracia.

Finalmente llegó el día de votar la Consulta Anticorrupción. Luego de una corta, pero álgida campaña, hoy los 50 millones de colombianos, tienen la posibilidad de salir a las urnas y decirles a los ladrones de cuello blanco y al mundo entero, que no queremos más corrupción en el país.

Desafortunadamente pese a los llamados de académicos, intelectuales, periodistas y artistas para que se acuda a votar, una fracción de compatriotas han replicado los argumentos esbozados por algunos contradictores políticos de Claudia López, promotora principal de la Consulta, como aquel que habla de algunos puntos inconstitucionales, y otros ya vigentes, cosas no del todo ciertas.

El ejemplo más claro, aunque no es extraño, es el Centro Democrático, en cabeza del expresidente Uribe, quien, en un principio manifestó apoyar la Consulta, pero luego de salir elegido Iván Duque (quien sí ha sido fiel a su palabra), cambió de opinión, y a través de sus copartidarios se ha encargado de minimizarla y desvirtuarla con exagerados argumentos.

Jorge Robledo, Luis Fernando Velasco, Antanas Mockus, Rodrigo Lara, Iván Marulanda, entre otros senadores, no necesariamente de oposición, han manifestado su respaldo a la Consulta, e incluso han salido a hacer pedagogía por ella, como el “reggaetón de la corrupción” ideado por el periodista Daniel Samper Ospina, siendo tendencia en redes sociales, y buscando generar conciencia sobre la importancia de poder hacer Ley de la República, cosas que han sido embolatadas durante décadas por muchos de sus colegas en el Congreso.

Hoy nosotros, además de invitar a los tolimenses a que acudan masivamente a las urnas, (pues en este caso es muy importante el umbral) y voten positivamente en los siete puntos, reiteramos la necesidad de que, en Colombia, existan obligatoriamente ese tipo de mandatos que sancionen al corrupto con cárcel, le prohiban contratar con el Estado y se les haga extinción de dominio; pero además de ello, que los gobernantes rindan cuentas, entreguen la declaración de renta, promuevan presupuestos participativos, y no se atornillen en sus cargos como ha ocurrido con los Serpa, los Gerlein, entre otros.

En Ibagué, los corruptos nos robaron casi 60 mil millones de pesos, por cuenta de que el entonces alcalde Luis H. no tuvo necesidad de hacer presupuestos comunitarios, más que con Arciniegas, Mestre y compañía, y nunca presentó su declaración de renta. Hoy de milagro no tiene casa por cárcel.

Votar la Consulta más que un acto político, tiene que ser un acto de responsabilidad ciudadana, y aportar con un granito de arena al cáncer que consume. Tenemos una oportunidad valiosa de hacernos sentir como país, y revindicar nuestra democracia.

REDACCIÓN EDITORIAL

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