Nuestro país ha sido calificado y catalogado a lo largo de la historia con varios apelativos. Algunos de ellos, curiosos como aquel que habla de que somos el país más feliz del mundo, pero muchos otros, deshonrosos, como en los tiempos de Pablo Escobar, en donde éramos la cuna del narcotráfico. Tiempo seguido, fuimos uno de los países violentos por cuenta de la guerra con las guerrillas que nos azotó con mayor fuerza a finales de los 90, y actualmente según el Banco Mundial, y la ONU, somos el segundo país más desigual de América Latina.
¿Cómo puede ser que el mismo país, que según algunos ha sido el más feliz del mundo, pueda a la vez ser uno de los más desiguales? –La respuesta es muy sencilla: los colombianos tienen un corazón inmenso para sobreponerse a las dificultades, y ser felices con lo justo, aunque aquello no debería ser así.
Un informe de la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares, realizado por el Dane cada diez años, y que analiza las incidencias y la forma en que los colombianos obtienen y gastan sus ingresos, además de develar el cambio en la conformación de las familias, y cómo incide ello financieramente hablando, confirmó las grandes diferencias económicas entre nuestros compatriotas, y la brecha social tan grande que hay entre los considerados ricos y los considerados pobres.
Según la publicación, mientras un 10% de la población que se considera rica tiene ingresos de 8.8 millones de pesos al mes, otro 10% de los colombianos más pobres sobreviven con 261 mil pesos. Pese a que ha disminuido la pobreza, en parte porque, aunque pareciera mentira, los colombianos han ido mermando la procreación; el poder adquisitivo no ha aumentado, y lo que ha pasado es que se han reducido de a poco los niveles de pobreza, emergiendo una mayor cantidad de familias de clase media. Es decir: actualmente hay menos necesidades, pero los más pobres siguen siendo pobres.
Un dato revelador, es que quienes en el pasado eran considerados como clase media, es decir estratos 3, y que percibían ingresos no mayores a los tres millones de pesos, hoy son considerados como ricos, y los que antes eran pobres, hoy algunos alcanzan un mejor estilo de vida, sin hijos o con uno solo, pasando a ser de la clase media, y es esa la preocupación, en lo que respecta en la próxima reforma tributaria que se avecina. Que los impuestos recaigan en ellos (mayoría de colombianos).
En Colombia hay desigualdad hasta entre los ricos, pues algunos ganan entre 80 millones mensuales, mientras que otros ganan entre 4 y 5 millones. Los ricos son más ricos, los “no tan pobres” ahora son clase media y los más pobres, pasaron a ser solamente pobres, aunque a veces no tengan ni con qué comer.
¡Cuánta razón tenía Pambelé!
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