Bustos, una vergüenza para el derecho tolimense

Es una vergüenza para el Tolima, una tierra que se erige orgullosa de ser la cuna de los más respetados juristas de Colombia. Leonidas Bustos resultó ser la oveja negra de esa reputada escuela.

Dos años 2015 y 2016 fueron memorables para el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos. En ese primer año, el entonces gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado, le entregó la medalla Cacique Calarcá. La inscripción decía: “Por su solvencia moral, académica y profesional, aspectos que han dejado en alto el nombre del Tolima".

Al año siguiente, en 2016, los cuatro poderosos de la Justicia se reunieron en la oficina de Felipe López, dueño de la influyente Revista Semana, para una foto histórica junto al cuadro de Lenin. Se trataba de Danilo Rojas, entonces presidente del Consejo de Estado; Eduardo Montealegre, exfiscal general; Leonidas Bustos, expresidente de la Corte Suprema; y Yesid Reyes, exministro de Justicia. Todos habían nacido en el Tolima. Que orgullo para el Derecho y la Jurisprudencia de esta tierra.

Pero cuando el corazón del hombre decide apartarse del bien, del buen camino, no vale escuela, no valen estudios especializados, no vale nada; porque todo termina en la vergüenza pública.

La Cámara de Representantes, por unanimidad de la plenaria, acaba de acusar ante el Senado al expresidente de la Corte Suprema de Justicia al tolimense Leonidas Bustos. Lo acusan de ser el cerebro del denominado “Cartel de la Toga”, una poderosa organización dedicada a “torcer” fallos para favorecer delincuentes de cuello blanco. Bustos habría recibido $200 millones y un reloj Cartier en sobornos para modificar decisiones judiciales.

Para los representantes, hay pruebas suficientes para que el extogado responda por su presunta participación en lo que la Fiscalía ha catalogado como una organización criminal de magistrados y abogados en la que, a cambio de dinero, intervinieron en decisiones de expedientes en la Corte Suprema.

Es una lástima y una vergüenza para las Instituciones que, hasta antes del escándalo del Cartel de la Toga, eran consideradas salvaguarda de la moral y la ética en Colombia. Y es una vergüenza para el Tolima, una tierra que se erige orgullosa de ser la cuna de los más respetados juristas de Colombia. Leonidas Bustos resultó ser la oveja negra de esa reputada escuela.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios