Posponer el Día sin carro y sin moto, una buena decisión

La alcaldesa prestó oídos a las peticiones válidas de los comerciantes y de la Iglesia Católica, y en buena hora cambió la fecha del Día sin carro

La decisión de aplazar el Día sin carro y sin moto en Ibagué cayó bien entre los comerciantes y los feligreses católicos.Este miércoles 14 de febrero, según lo estableció el Acuerdo 009 de 2018, se debía realizar esta jornada, pero fue pospuesta, por decisión de la alcaldesa Johana Aranda, para el miércoles 21 de febrero.

El Día sin carro se instituyó como una forma de concientizar a los ciudadanos sobre los beneficios de utilizar medios de transporte alternativos y no contaminantes, y para disminuir las emisiones de gases y ruidos. 

Sin contar los beneficios en materia medio ambiental, esta jornada puede resultar contraproducente para la economía de esta ciudad que es netamente comercial; pues, de acuerdo con las estimaciones de Fenalco, en este día la disminución de las ventas puede llegar hasta el 90% en algunos sectores.

La jornada de este año coincidió con dos eventos de gran significación. Por una parte, el Día de San Valentín, festejo importado que ha ido ganando espacio entre los colombianos, es un buen motivo para que el comercio tenga ventas superiores a las de los días normales en negocios como flores, dulces y restaurantes; también se favorecen los centros comerciales y los establecimientos de diversión nocturna. Por otra parte, los fieles católicos celebran el Miércoles de Ceniza, fecha que marca el inicio de la Cuaresma.

Estas dos celebraciones se habrían visto seriamente perjudicadas por la restricción de la circulación de carros y motos, debido a que en esta ciudad el uso de medios alternativos de transporte, como la bicicleta, no hacen parte de la forma de movilizarse de los ibaguereños y muchas personas prefieren posponer sus compras y otras actividades, si no cuentan con la facilidad de transportarse en sus vehículos. 

La alcaldesa prestó oídos a las peticiones válidas de los comerciantes y de la Iglesia Católica, y en buena hora cambió la fecha del Día sin carro. 

Es deber de los gobernantes estar conectados con la realidad de los ciudadanos. No se pueden pasar por alto las solicitudes de las comunidades, en especial cuando se trata de asuntos que afectan a la mayoría.


 

El NUEVO DÍA

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