De acuerdo con el DANE, en el trimestre octubre-diciembre del año pasado, Ibagué siguió en segundo lugar en desempleo (solo superada por Quibdó) con una tasa de 13,9%. Aunque el porcentaje bajó, la situación no es alentadora, pues más del 40% de los que están en edad de laborar se encuentran por fuera de la fuerza de trabajo. Según la interpretación de Juan Daniel Oviedo, ex director del DANE y actual concejal de Bogotá, estas personas (176.000) ya desistieron de buscar empleo.
Partiendo de lo anterior, Oviedo, quien fue invitado por la Alcaldía de Ibagué para participar en un conversatorio de competitividad, recomendó a la alcaldesa Johana Aranda, que la ciudad tiene que apuntar a otros sectores productivos, con la creación de empresas en campos como el de la tecnología o de la producción de alimentos procesados que pueden contratar un mayor número de personas, y de esta manera reducir la informalidad y el desempleo de los jóvenes que son los problemas que más agobian a los ibaguereños. Al mismo tiempo, es necesario que aquellos que han recibido capacitación a través de cursos cortos puedan ser enrolados rápidamente, para lo cual es preciso que la Alcaldía opere como un gestor de empleo. Pero esta no sería una responsabilidad exclusiva de la administración local, se requiere la articulación con los sectores productivos, la academia y la sociedad civil.
Si bien es cierto que no se puede cambiar de un día para otro la vocación productiva de Ibagué, si vale la pena hacer una evaluación del impacto en la generación de empleo y en el dinamismo económico, el hecho de que esta sea exclusivamente comercial, a través del impulso de negocios como gastrobares, discotecas, expendios de comidas rápidas y la operación de centros comerciales; cuáles son los logros de la apuesta turística y si hubo beneficios significativos en materia promocional, con los títulos de Capital Americana de la Cultura, Ibagué Ciudad Creativa de la Música e Ibagué Destino Deporte.
Si los resultados no son los esperados, entonces sería el momento de repensar seriamente la dirección que deberá seguir Ibagué en materia productiva y de desarrollo económico, tal como lo propone el concejal bogotano.
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