La noticia de que vuelve la cátedra musical a los colegios de Ibagué es grandiosa, ya que significa que los niños y los jóvenes van a preservar el legado de ciudad musical de nuestra capital.
Este es un proyecto conjunto de las secretarías de Educación y Cultura del municipio, con el cual la Alcaldía se propone infundir en los muchachos el espíritu musical, afianzar las tradiciones culturales y recuperar la identidad de la región.
Con la cátedra pretende, además, dar a conocer la labor que se realiza en escenarios culturales como el Panóptico, el Museo de Arte del Tolima (MAT) y el Conservatorio del Tolima, y visibilizar estos y otros sitios culturales de la ciudad. Así mismo, se buscará promocionar los grupos dedicados a la música, como orquestas sinfónicas, bandas marciales y otras agrupaciones. La cátedra se articulará con los cursos de música o artística, sin modificar el contenido del Proyecto Educativo Institucional (PEI).
Dentro del programa se desarrollará la Cátedra Ibagué Musical. La primera se cumplió esta semana y en ella participaron 350 estudiantes de la Institución Educativa Diego Fallon. En el Teatro Tolima, los jóvenes aprendieron sobre la historia, los instrumentos y los sonidos de la orquesta sinfónica del Conservatorio e Ibagué. El evento se lleva a cabo a semejanza del “Conciertazo” (programa que emitió la Radio Televisión Española y que de manera amena y sencilla divulgaba la música clásica entre los pequeños) para entusiasmar a los jóvenes en los temas musicales y que aprendan, a la par que se divierten.
Este es un proyecto de gran importancia para los ibaguereños, ya que los niños y los jóvenes tendrán la oportunidad de ampliar sus conocimientos sobre los diferentes géneros musicales, más a allá de los comerciales, con lo cual se les abre un panorama importante de conocimientos, que, si es bien estructurado, conseguirá despertar intereses nuevos y abrir un mundo diferente para los jóvenes ibaguereños.
Ojalá este esfuerzo cuente con el respaldado de los docentes, los directivos y los padres de familia y que sea un propósito de largo aliento, para que las nuevas generaciones de ibaguereños lo puedan disfrutar. Estas son las ideas que hay que respaldar y que se deberían institucionalizar.
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