“Le digo a la base alternativa que cambiemos esos ‘malos jefes’”, Renzo García

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍAA veinte días de las elecciones, bajó del ‘bus’ a los liberales y buscará llamar a todas las bases alternativas para llegar a la Alcaldía de Ibagué.
Contenido Exclusivo
El aspirante a la alcaldía de Ibagué, Renzo García, criticó la traición liberal de la que fue víctima su campaña. Además, dejó entrever que el candidato Marco Hincapié sería una especie de tercería electoral del ‘barretismo’, al acusarlo de mantener acuerdos con la estructura conservadora.
PUBLICIDAD

Tras la aparición de la representante liberal Olga Beatríz González, en apoyo al candidato del Pacto Histórico, Marco Hincapié, en el partido Alianza Verde decidieron decretar distancias y cuestionar fuertemente al “clan Jaramillo”, al retirarle el apoyo político al candidato liberal a la Gobernación, Mauricio Jaramillo.

Recientemente, en una rueda de prensa del candidato Renzo García (Alianza Verde), conjunto con la congresista Martha Alfonso, se criticó fuertemente la falta de palabra por parte del liberalismo tolimense, dejando en claro que el caudal electoral en los municipios del Tolima, no se verán reflejados en la campaña de Mauricio Jaramillo. 

 

Preguntas y respuestas

EL NUEVO DÍA: Restan 21 días para las elecciones, ¿está preparado para el 29 de octubre?

Renzo García: Cuando nos metimos al mundo de la política electoral, sabíamos que era el peor de todos. Se ha venido posesionando la politiquería, que está acompañada de la falta de palabra, poca capacidad, corrupción y clientelismo. 

No sería el candidato a la alcaldía de Ibagué, si no creyera que puedo liderar la transformación de este municipio, mediante una articulación de la academia, el empresariado y los distintos grupos poblacionales que tiene Ibagué, en el entendido que solo será el trabajo en equipo el que permitirá dichas transformaciones. 

Si bien el tema no es fácil, hemos venido gestando una comunidad de transformación, que sabe que se puede ganar sin comprar votos, que creo que es parte de los cambios que hay que asumir.

 

E.N.D.: Hay una total separación con Mauricio Jaramillo. A pesar de que salió en tarima con usted, él sostiene acuerdos con otros candidatos, ¿qué significa la ruptura con los liberales?, ¿todo vale en la política?

R.G.: No todo vale en la política, no todo tiene que acomodarse al ganador. Hoy en las encuestas van ganando Aranda y Bolívar, ¿entonces tendríamos que sumarnos a lo peor de la política del departamento? 

Tenemos que buscar las alternativas y entender que hay que afianzar principios, reafirmarlos todo el tiempo y no cambiarlos a conveniencia. Hacen parte de la esencia de la persona. Toca insistir en que el principal activo de un político es la palabra, y eso fue en lo que quedó muy mal el partido liberal.

Sobre todo porque yo no me ‘gano’ esa alianza de manera gratuita, me tocó hacer una encuesta conjunta con Camilo Delgado y Carlos García, y los enfrenté políticamente y el acuerdo era que quien ganara, iba a tener el apoyo de la persona y todo el acumulado político. 

 

E.N.D.: ¿Y qué pasó con el coaval del Partido Liberal?, ¿otra falta de la mesa departamental del partido?

R.G.: Se presentó el argumento de que el directorio liberal no había aprobado eso, ¿entonces con quién hace uno acuerdos? Hablé con el candidato oficial del Partido Liberal, con la representante a la Cámara. Pensé que era serio el acuerdo con el Partido, sobre todo porque son las credenciales las que están hablando.

Pese a eso, acepté y dije que no me iba a ‘reventar’ porque hubo de plano un argumento que puede tener fuerza, y era que podíamos hacer toda la sumatoria para derrotar al ‘barretismo’, y el ‘jaramillismo’, siendo parte de otro clan, también reconocemos que es el menos malo. Caí en ese escenario, pero asumí el acuerdo y salgo a trabajar la posibilidad de Mauricio Jaramillo.

Lo que nos lleva a generar esta ruptura, está en que cuando apoyamos a Mauricio Jaramillo, lo hicimos sin medirle que podía perder, y no lo estábamos llamando a hacer alianzas con nadie porque eso depende del candidato. Pero cuando la representante Olga Beatríz, que todo el tiempo me levantaba la mano, de un momento a otro sale con otro aspirante, lo que demuestra que no existe una alianza programática. No se pueden gestar acuerdos con partidos políticos que no tienen palabra. 

 

E.N.D.: Se alcanza a percibir que la grandeza política del liberalismo se desdibujó, ¿pero qué repercusiones tiene para Jaramillo?

R.G.: Estoy en la lógica de llamar a votar en blanco, porque no veo que existan las condiciones y los tiempos para que tengamos una candidatura de peso, y lo que creo que es que si bien puede ganar cualquier persona, lo que queremos demostrar es que hay ilegitimidad en esa ganancia por el inconformismo de base a la dirigencia de los mandatos que vienen.

 

E.N.D.: Dijo que Marco Hincapié estaba comprometido con el ‘barretismo’, hecho que deja en una mala posición al ‘jaramillismo’ que lo está apoyando abiertamente, y deja entrever que el Pacto Histórico está haciendo acuerdos con el ‘clan Barreto’, ¿en qué fundamenta esto?

R.G.: Lo que me sorprende de esta candidatura es que hoy salga por las calles de Ibagué, y con algunos ‘influencer’ a nivel nacional, a decir que es el mayor opositor del clan Barreto, pero en la realidad no se corresponde.

No vemos un debate de contundencia por parte de Hincapié. Preguntaría si existe alguna nota periodística en donde Hincapié señale las obras costosas del clan Barreto, o las alertas sobre endeudamiento. Hincapié fue el ponente del plan de desarrollo departamental, que endeuda al Tolima por $150 mil millones, y que además no sirve para nada.

Su ejercicio no es el más destacado, en términos de liderazgo y puntualidad. No me recojo en esa candidatura porque tampoco tiene palabra, rechazó la posibilidad de una encuesta con la Universidad de Ibagué, y en la práctica no promovió ningún acercamiento.

¿Dónde hubo una sola convocatoria del candidato a las bases? Estamos viendo que es más de lo mismo, pero con un ropaje de una supuesta alternatividad que no existe por ningún lado. No acostumbro a hacer político señalando las incoherencias de nadie, pero también entiendo que estamos en contienda electoral y que no están tratando de desdibujar el escenario. Le quedó grande ese ropaje.

 

E.N.D.: Uno entiende que en la discusión, los horizontes del Pacto Histórico no mantienen coherencia con lo esgrimido en lo nacional. Muchas personas de la base del partido encuentran simpatía en su propuesta, ¿qué tiene para decir?

R.G.: Decirle a los amigos del Pacto Histórico que la esencia de su partido tiene que estar más allá de ciertos colores y personajes, que tiene que corresponderse a una práctica que no se circunscribe al mundo electoral, sino que también se vincula a la defensa de derechos humanos, de construcción de justicia y de mirar cómo trabajamos por el bienestar ciudadanos. Ojalá que analicen quiénes son sus candidatos y si realmente recogen la esencia de su partido. 

El llamado que hago es que salgamos de la lógica del partido, y entremos en la lógica de las transformaciones, más allá de la Alianza Verde, o del Partido Liberal con todas sus incoherencias, debemos pensar en la ciudadanía presente y futura.

 

E.N.D.: El Alcalde no aprendió la lección del año pasado, y ha estado participando presuntamente en política, al referir en los barrios que irá “por cuatro más”, ¿qué opinión tiene?

R.G.: Personas como el Alcalde no aprenden. Actúa de manera maledicente, en todos sus discursos lleva a Dios en la palabra, pero si fuera así y el discurso fuera genuino, la realidad sería distinta. Si ya lo suspendieron por un tema similar, creo que no está aprendiendo. Esos son personajes que quieren enriquecerse a costillas de las desgracias colectivas.

 

Asuntos de ciudad

E.N.D.: Siguen pendientes escenarios como las piscinas olímpicas de la 42, ¿qué hará con estas obras?

R.G.: En mi mandato se terminarán todos los escenarios deportivos que destruyó la corrupción. Ahí está la medida que me pongo como actor político, lo que implica gestión a nivel nacional e internacional. Con esa capacidad de gestión, hay que revisar no solamente cómo terminamos los escenarios, sino cómo optimizamos los recursos y logramos descentralizarlos para buscar invertir en las comunas. 

El Coliseo Mayor costó $63 mil millones, no tiene la infraestructura adecuada para que pueda permanecer en el tiempo sin mayores mantenimientos, y que alberga 8.000 personas, en comparación con un complejo urbanístico del Movistar Arena en Bogotá, que costó $80 mil millones, que recibe cerca del doble de personas, y que cuenta con equipamientos para grandes eventos y encuentros sociales de todo tipo. 

 

E.N.D.: Respecto al puente de la calle 60, ¿qué tiene previsto?

R.G.: Tengo la convicción de que por más que sea contrario a algunos gobierno, tampoco gobernaré con espejo retrovisor. No voy a gobernar pensando en cómo acabar lo que hizo el otro, sino pensando en cómo potenciar lo que hicieron bien y corregir lo que hicieron mal. 

Si ya está firmado el contrato, vamos a poner todos los ojos de los diferentes organismos de control ciudadano y fiscal, para que ese puente no se vuelva un elefante blanco.

 

Credito
REDACCIÓN POLÍTICA

Comentarios