Para algunos será nada más que ‘cacharro’, chatarra o elementos echados al olvido. Sin embargo, para el colectivo ‘Armatoste’, conformado por Kilelé y Julie Mart, artistas plásticos tolimenses, resulta ser todo lo contrario.

A partir de elementos cotidianos, impensables en convertirse en algo más, surgen obras como ‘La patadita’, que cuentan de la idiosincracia, la identidad del colombiano que muchas veces opta por ser recursivo y darle una nueva utilidad a lo que a veces se convierte en basura.

“Nosotros venimos trabajando hace más de cuatro años con elementos de desecho, al que le damos nuevamente un uso, pero con un valor simbólico y cultural desde el arte”, le contó a EL NUEVO DÍA, Julyán Conde ‘Kilelé’.

Este proyecto les permitió exponer en diferentes festivales y espacios de la ciudad, en el que público de todas las edades tuvo la oportunidad de intervenir; además, cuenta con un documental llamado “Armatoste, en el camino se arreglan las cargas”, con el Instituto Distrital de las Artes, Idartes.

Gambiología

Y aunque no lo crea posible, el colectivo Armatoste no es el único que le apuesta a este tipo de arte; trasciende fronteras.

Existen cientos de artistas que ven en estos elementos una nueva forma de servicio o identidad; de ahí que se conozca la gambiarra como aquella práctica en la que se realizan artefactos (objetos funcionales) de manera artesanal en la cotidianidad para resolver necesidades.

Por esta razón, el colectivo ‘Armatoste’ fue invitado con la escultura ‘La patadita’, como únicos colombianos a la exposición Maquinacoes, liderada por el colectivo Gambiología, junto a otros países, a partir del 9 de octubre y hasta el 2 de diciembre en ciudades como Belo horizonte, Río de Janeiro y Sao Pablo, de manera itinerante.