“Me he reinventado creativamente”

FOTOS COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
Los acontecimientos que han sucedido en los últimos dos años en Colombia, como la pérdida del plebiscito, las elecciones presidenciales y la consulta anticorrupción, junto a situaciones personales, hicieron que Mario Mendoza se replanteara su vida y la construcción de su obra creativa.

Un nuevo salto al vacío, como lo había hecho hace más de 20 años, cuando lo dejó todo para apostarle a la literatura y el inicio de la construcción de esa obra que hace algunos meses cerró con la novela ‘Diarios del fin del mundo’, para ahora, concentrarse en la novela gráfica.

Un género poco explorado en el país y, por ende, con un público reducido, por eso, la apuesta es doble, el reto es más grande, en el cual está acompañado por el ilustrador Keco Olano, con quien ya viene trabajando hace dos años y con quien acaba de publicar una primera obra: ‘Satanás’.

Se trata de la novela gráfica basada en la novela del propio Mario Mendoza, ‘Satanás’, con la cual ganó el Premio Seix Barral de Novela y más adelante, Andrés Baiz llevaría al cine, con una serie de historias que son entrelazadas con un personaje inspirado en Campo Elías Delgado, aquel excombatiente de Vietnam que en diciembre de 2016 protagonizara una masacre en Bogotá, que empezó en el apartamento asesinando a su madre y que terminó en el restaurante Pozzetto.

Ahora, convertida en novela gráfica, la presentaron en el Salón Nacional del Ocio y la Fantasía (Sofa) y próximamente en el Comic Con de Medellín.

Arduo camino

- ¿Cómo nace la idea de llevar a ‘Satanás’ al género de la novela gráfica?

Mario Mendoza: Es un viaje largo. Se habían cumplido 15 años del Premio Seix Barral de Novela que recibió ‘Satanás’ y no habíamos dicho nada. Además, el 4 de diciembre de 2016 se cumplieron 30 años de la masacre de Pozzetto y no se realizó ningún tipo de acto. Coincidencialmente ese mismo día se cometió el homicidio de Yuliana Samboní, en la misma ciudad, en el mismo barrio, con diferencia de apenas unas calles y casi en las mismas horas.

Con todo esto, empezamos a pensar en una novela gráfica, pero no sabíamos con quién, hasta que vimos un trabajo que hicieron Antonio García y Juan Carlos Rodríguez con una novela gráfica que se llama ‘El taxista llama dos veces’ y quedé impactado con algunas de las ilustraciones en ella y la visión de ciudad, muy gótica. Empezamos a buscar al ilustrador y así dimos con Keco Olano.

- ¿Cómo fue el trabajo con el ilustrador Keco Olano?

Mario Mendoza: Fue un proceso lento. Primero leyó la novela, luego no estaba muy seguro, pero yo decidí hacer el guión, lo cual marca una enorme diferencia con la película, donde uno puede verla como algo totalmente independiente de la novela, pero aquí no, porque no guardé distancia. Al hacer yo el guión estoy involucrado creativamente con el proceso.

- ¿Qué tal fue el entendimiento?

Mario Mendoza: Nos entendimos de maravilla. Las primeras cosas que me mostró me encantaron, sus primeros dibujos acertadísimos y a partir de ahí empezamos a trabajar muy bien en un ritmo para ellos vertiginoso, porque yo ya tenía el guión, pero a ellos les tocó lo más difícil en un año y medio de trabajo.

- ¿Cómo fue el reto de ilustrar esta historia?

Keco Olano: Fue un reto muy importante. Que ya existiera en los lectores esa novela original y la imagen de la película y sólo tenía sentido si podíamos lograr una interpretación diferente y novedosa. Por eso, el resultado final es una visión muy personal, sin dejar de respetar la historia original.

De ahí era importante el constante trabajo con Mario, lo que permitía que la novela fuera evolucionando y lograr construir esta ciudad gótica que está plasmada en la obra de Mario.

- Una Bogotá muy presente en la obra…

Keco Olano: Tomamos locaciones reales de Bogotá que hacen de la cotidianidad de la gente, pero que podíamos transformar con unos manejos especiales de luz y perspectivas, con lo que le dimos un nuevo espíritu a la ciudad.

Existe una analogía al Londres del siglo XIX con su arquitectura gótica que nos transporta en el espacio y en el tiempo, lo cual lo pudimos lograr porque Bogotá tiene grandes ejemplos de arquitectura victoriana. Espacios que están ahí, pero que la gente no los percibe.

- ¿Cómo fue retomar la historia de ‘Satanás’ para realizar el guión de la novela gráfica?

Mario Mendoza: Cuando hice la novela me fijé en la estructura que es completamente matemática, funciona como un mecanismo de relojería, que para mí es la clave de esa novela. Imagino que los lectores se preguntarán cómo es que todo se empieza a encontrar en las historias al final, donde todo coincide, y la estructura da la clave de eso.

Son diez capítulos, con cuatro capítulos en trenza con tres personajes: un pintor, un sacerdote atormentado y una burundanguera. De pronto a parece un personaje de la nada en ‘Diario de un futuro asesino’, que es Campo Elías, para luego otros cuatro capítulos en trenza para terminar con un capítulo más del asesino.

- Algunos capítulos se caracterizan por el uso del blanco y negro...

Mario Mendoza: Keco entendió bien como el guión respetó la estructura de la novela y a partir de allí hizo el storyboard, respetando esa geometría inicial. De ahí que decidiera hacer unos capítulos a color y otros en blanco y negro.

Los capítulos en trenza de los tres personajes los dejó a color, mientras que los capítulos del asesino en blanco y negro, que son intimistas, muy subjetivos y estamos metidos en él. ‘Diario de un futuro asesino’, como su nombre lo indica, es un diario. En el blanco y negro agudiza el dilema moral.

- ¿Cómo fue el trabajo con estos personajes?

Keco Olano: Era importante construirles una historia personal, que fuera más allá para darle mucha más fuerza. Es el caso de Andrés, el pintor, que la gente pudiera acercarse a él a través de su obra, por eso construimos su espacio de trabajo y sus cuadros.

Con Campo Elías nos decidimos por el blanco y negro, que es un homenaje a la novela gráfica de los años setenta y ochenta. Es una técnica que te permite percibir la realidad de otra manera, refleja que es una persona radical.

- ¿Mucho detalle en cada ilustración?

Keco Olano: Era llevar más allá la lectura que pueda tener la obra con la construcción de la ciudad. Quería darle más fuerza a los espacios por medio del trabajo de maquetas tridimensionales, manipulación de la luz y planificación de los recorridos.

La escogencia de los lugares ya estaba dada en el guión y era simplemente recrearlas y dotarlas de mucho realismo, con mucho detalle, porque es necesario que el lector pueda contemplar lo que se hizo, porque en la novela gráfica los silencios son muy importantes.

Mario Mendoza: En medio de la creación de la novela gráfica nos enteramos que la iglesia del barrio Egipto se había caído y hasta el día de hoy sigue caída. Keco debió buscar la manera indicada para poner la escena, porque era poderosa, era reflejo de lo que le estaba pasando a la ciudad, que estaba abandonada, huérfana, a la deriva, donde la corrupción y el mal se van tomando todo.

Keco Olano: También estábamos atentos al apartamento donde vivió Campo Elías, prestos a que lo colocaran en alquiler para poder visitarlo. El agente inmobiliario no lo quería mostrar, pero lo logramos y empezamos a descubrir la vida de Campo Elías con claustrofobia y la mala relación con su mamá.

SALTO AL VACÍO

- ¿Dejará la creación de novelas que venía haciendo?

Mario Mendoza: Yo venía sintiendo que había una encrucijada creativa para mí. El último año y medio para el país ha sido nefasto, perder el plebiscito fue terrible, con el mayor respeto, pero no puedo explicar en el exterior como los colombianos no fuimos capaces de construir un punto de quiebre y redimensionarnos a una plataforma de futuro extraordinaria. Perdimos el plebiscito, la consulta anticorrupción y yo perdí las elecciones a la Presidencia, cuando pensé que había salido de un pasado feudal y nos íbamos a reinventar.

Eso no fue así. Además, sucedieron catástrofes privadas y empecé a caer en una encrucijada, por lo que necesitaba reinventarme de algún modo, porque sentía que la caída de mi universo era la caída del universo que veía afuera, no sólo de Colombia y del mundo, porque no puedo creer como un periodista del Washington Post entre a un consulado, regido por Naciones Unidas, se convierta en una casa de pique donde lo descuartizaron.

Cómo es posible que alguien empiece a mandar bombas a personas del partido Demócrata en Estados Unidos, cómo es posible que cientos de personas crucen el continente y lo que se haga es llamar a soldados para que los esperen en la frontera.

Nadie se detiene a pensar en lo que está sucediendo, que es el ingreso a una nueva época, pero no estamos mejorando, que porque tengamos mejor tecnología no significa que estemos mejorando.

De ahí, que siento que busco otra manera de expresarme, así que cierro el blog, de la noche a la mañana. Era una manera de morir a todo lo que yo había sido y publico este año una novela de cierre y nos lanzamos por completo a este nuevo mundo con Keco.

- ¿Por dónde va la escritura ahora?

Mario Mendoza: Ya escribí tres guiones para una trilogía y nos demoraremos los próximos años en esta aventura. La pregunta que nos hacemos es qué tanto nos acompañarán los lectores en esta aventura, pero uno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Me he reinventado creativamente.

Algunos pueden decir cómo hace esto en el momento en que su carrera estaba en el mejor momento y se va y se lanza al abismo en una cosa que puede salir muy mal, pero las preguntas de un artista no son esas.

EL MUNDO EN EL CUAL VIVIMOS

- ¿Cómo fue retomar la historia de ‘Satanás’?

Mario Mendoza: Lo más importante ha sido entender que algo está pasando, pero el problema es que la velocidad de la información es tal que nadie se detiene a pensarla. Yo no pude escribir la novela en los años ochenta porque era muy difícil pensar en un asesino así en ese momento, que no es un asesino serial, no había categoría para ello, fue necesario que pasaran los noventa y las matanzas en Estados Unidos, y se les empezó a llamar asesinos itinerantes. Esto sucede porque el clima social, el mundo que estamos construyendo del capitalismo salvaje al capitalismo depredador generan una asfixia y acorralamiento generalizado, que en algunas sensibilidades generan un estallido que termina en una masacre a gran escala. En la novela gráfica se nota que he reflexionado más sobre esto, porque ya tenía muchas más herramientas. Tanto en la novela como en la novela gráfica me interesa que se entienda que le seguimos teniendo miedo a la pluralidad o la multiplicidad. Nos dicen que nosotros somos uno y somos un número (cédula) y no nos permiten fructuaciones en la realidad, cuando en el cerebro no funciona de esa manera, porque somos vectores atravesándose de un lado a otro, con una identidad múltiple, polifacética y a eso le tenemos terror.

- ¿Cómo la han recibido los lectores?

Keco Olano: Han entendido que es algo nuevo y que complementa la historia y les ha gustado, incluso las más fuertes escenas de la novela. También les gustó la creación de la ciudad, que contrasta con lo que podían tener los lectores en su imaginario.

- ¿Seguirán trabajando juntos?

Keco Olano: Ya estamos trabajando en un nuevo proyecto de una saga de un mundo futurista, que es un nuevo reto, porque es basado en un guión inédito de Mario Mendoza, pero me da una mayor libertad creativa en la realización de un universo partiendo de cero, lo cual es un reto mayor.

Credito
COLPRENSA

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