“Mi corazón está soltero y tranquilo” Gloria Esperanza Millán

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Amante de los caballos, de los masajes con aceite de almendras y del salchichón del Líbano es esta procuradora judicial, quien confiesa que su mayor vergüenza es haber mostrado por accidente la ropa interior, mientras era Contralora de Ibagué.

Como una mujer polémica, templada y hasta cascarrabias es vista por muchos tolimenses Gloria Esperanza Millán, la actual procuradora delegada ante el Tribunal Administrativo del Tolima. Ella controvierte tales apreciaciones asegurando que es sensible, alegre y cariñosa, lo que no le impide cantarle la tabla a quien se lo merezca.

Su aparente carácter fuerte, y sus decisiones le han valido el apodo de ‘dama de hierro’ y no es en vano pues es tan radical que no le tembló ni la voz ni mucho menos la mano para poner fin a 13 años de matrimonio. De eso hace 15 años, lo que la llevó a asumir el rol de madre y padre de tres niñas: María de los Ángeles, de cuatro; Danna Valeria, de un año, y Laura Estefanía, de 20 días de nacida, quienes son su motor y apoyo.

En su vida pública ha desempeñado importantes cargos, de los cuales muchos no olvidan el de procuradora Regional del Tolima, en el que destituyó e inhabilitó por 11 años al exsecretario general Mauricio Pinto y al alcalde de Palocabildo, Hélmer Beltrán Recaman, por indebida participación política.

Sumado a que fue quien compulsó copias para que se indagara al entonces gobernador Óscar Barreto Quiroga, por supuestas inconsistencias en la licitación de la pavimentación de la vía Líbano – Villahermosa, llevándolo a ser inhabilitado por 11 años. Para fortuna del exmandatario, tras dos años, recobró su vida política al ser absuelto en segunda instancia.

Pese a que de estos episodios Gloria Esperanza Millán prefiere no hablar, y de política ni siquiera permite se le pregunte, no oculta que su corazón es liberal, y tiene un fuerte vínculo de amistad con Mauricio Jaramillo.

Gloria Esperanza Millán, ¿es tan cascarrabias como dicen?

Para nada, mi carácter es muy normal, lo que pasa es que soy radical en mis decisiones y exigente, y la gente se confunde.

¿Cuándo ha sido más radical?

En la separación, porque fui yo quien tomó la decisión, lo que me implicó quedar al mando de tres hijas, y eso es duro.

¿Qué la llevó a decir no más?

Ver que no seguía el mismo rumbo con la persona que convivía. Cuando hay carácteres distintos y cuando es diferente al sentir que uno tiene para sus hijos es mejor decir adiós.

¿Se arrepintió?

Nunca. Es difícil, pero es algo que se ve mucho en esta sociedad: levantar los hijos solas. Dios ha sido muy generoso y un gran apoyo en todo el proceso.

¿Sus hijas se lo han reclamado?

Jamás.

¿Cómo es su relación con su ex?

Cordial y muy esporádica.

Y como funcionaria, ¿cuál ha sido su decisión más radical?

Inhabilitar a los funcionarios.

¿En estos casos se ha sentido plena?

No, eso es algo muy complejo, pero hay que hacerlo.

Muy personal

¿A qué le teme?

A Dios y a salirme del rumbo que se debe seguir como ser humano.

¿Qué se unta cuando se levanta?

Muchas cosas. Me meto a la ducha y me consiento con aceite de almendras y mucha espuma.

¿Qué la eriza?

El sufrimiento y la oscuridad.

¿En qué se considera una aprendiz?

En todo, porque creo que nunca se logra la total sabiduría.

¿Qué la desespera?

Algo que no me debería desesperar: la lentitud y las personas que manejan su tiempo tan calmadamente.

Y no tolera...

La gente humillante.

¿Se ha sentido difamada?

Claro, pero prefiero hacer borrón y cuenta nueva. A esas cosas es mejor hacer de oídos sordos.

¿Qué la deslumbra?

Ver a una persona que respete a Dios y lo logra combinar con todo lo que hace, al igual que estar en contacto con la naturaleza.

¿Qué es lo complicado de ser un personaje público?

Llevar una vida privada.

¿Lo más tolimense que tiene?

Un fuerte sentido de pertenencia por esta tierra. ¡Soy muy regionalista!

¿El poder la seduce?

Para nada. Me he logrado conservar absolutamente intacta con o sin poder.

¿La han intentado sobornar?

Creo que como funcionario se ve de todo, pero propuestas como tal no. 

¿Liberal para todo?

Casi en todo, porque en la crianza de mis hijas soy muy conservadora.

De todo un poco

Gloria Millán, ¿una dama de hierro o una vieja de la lata?

Ninguna de las dos. Soy una mujer que ama, piensa y es muy creyente, además de una gran mamá y supremamente sencilla.

¿Qué es lo más difícil que ha enfrentado?

La muerte de mi padre. Porque era mi amigo, mi confidente y mi motor.

¿Apasionada?

Sí, por los caballos. Desde muy pequeña cuando mi padre tuvo tierras y caballos aprendí a montar.

¿Qué sensación le da?

Montar a caballo es una terapia muy relajante. 

¿Su mayor susto?

Fue hace varios años, mis hijas estaban pequeñas. Un día fuimos a ver un ganado y de pronto un toro de más de 500 kilos nos embistió. No nos quedó más que correr y lanzarnos dentro de una alcantarilla para protegernos. Vimos la muerte muy cerca. 

¿Qué le falta por hacer?

Ver que mis hijas cumplan sus metas profesionales. 

¿Dedicada a ser madre le ha quedado tiempo para el amor?

Se le combina... 

Y hoy, ¿cómo está su corazoncito?

Bien, soltero y tranquilo.

¿Se ha sometido al bisturí?

Claro, para no entrar en detalles: me hice los retoques normales.

Siendo del Líbano, ¿fanática al salchichón?

Sí, me encanta porque me parece muy original, además vivimos cerca a la fábrica.

¿A quién sueña conocer?

Al papa Francisco, no porque todo el mundo lo diga sino porque me parece un ser humano totalmente distinto a sus antecesores por su calidad humana, su sencillez, el amor que inspira y transmite, y por la manera como está llevando los destinos de la Iglesia. 

¿Su mayor embarrada?

El mayor oso que he pasado fue en 2002 mientras era Contralora de Ibagué. Un día llevaba un vestido rotondo más abajo de la rodilla y en el momento en que estaba entrando a la Gobernación un fuerte viento me lo levantó, dejándome prácticamente en bola. ¡El solo recordarlo me hace sonrojar! 

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

Comentarios