El hablar en público

Decir unas palabras de agradecimiento o hacer un brindis son situaciones que atemorizan a la gente; hablar ante un auditorio, es una de las situaciones que con mayor frecuencia tensiona a las personas; tanto, que son muchas quienes se niegan definitivamente a hacerlo.

Y no es suficiente recibir consejos sobre afrontar tranquilamente la situación con el argumento de que conoce bien el tema, o que los asistentes son personas de confianza. Sentir inquietud es normal. La clave es no preocuparse ni angustiarse en exceso, es mejor ocuparse de asuntos que son importantes para asegurar que todo salga bien.

La comunicación no verbal tiene un impacto determinante sobre quien escucha, la forma en que se hace y cómo se desenvuelve quien expone en el escenario tiene gran peso sobre la calidad de una intervención.  Por ello,  además de lo obvio, como es preparar debidamente el tema, es vital que tenga en cuenta lo siguiente:


* Aplique todas las normas de cortesía.  
* Si el público debe esperarlo perderá el entusiasmo y será un mal comienzo para su presentación, así que llegue con tiempo suficiente, incluso para verificar que los equipos y el material que requiere estén listos.

* Consulte con los organizadores el protocolo del evento para asegurarse que se viste con la ropa adecuada. Pregunte a quien lo ha invitado, qué traje debe usar para que no se sienta fuera de lugar.


* Pida información sobre el perfil de quienes asistirán para ajustar el vocabulario y hacer una exposición comprensible, ni muy elemental ni demasiado técnica.


* Infórmese sobre la agenda completa del evento y  sobre los temas que tratarán otras personas que intervengan para asegurar que no repite o que lo suyo queda mal ubicado o fuera de contexto.


* Hable claro, ni tan rápido que no le entiendan ni tan lento que aburra al público, vocalice bien. Si su voz es baja o el grupo ante quien expone es grande, pida micrófono, cuide que el micrófono no cubra su rostro o que el atril –si lo hay- resulte demasiado bajo o alto.


* Salude a todo el público. Si es el caso, pida el nombre de los personajes a quienes debe saludar pero, si hay presentador o maestro de ceremonias y éste ha mencionado a los miembros de la mesa principal y otros personajes que asisten, no hace falta que repita una larga lista de nombres.


* Cuide su postura y movimientos. Evite hablar con las manos en los bolsillos, con los brazos cruzados o moviéndose demasiado. No exagere con el movimiento de brazos ni con los desplazamientos.


* Evite las disculpas vanas al iniciar la charla, con ello sólo predispone al público. No diga que lo disculpen por no ser un buen expositor, o porque no tuvo suficiente tiempo para preparar la charla,  o porque “estar allí es un honor que no merece”. Tampoco diga “que espera no aburrirlos, o  no cansarlos”


* No se concentre sólo en algunos, mire a todos los asistentes; si no lo hace, los demás se sentirán excluidos y perderán interés.


* Si conoce el tema, como se anticipa, no tiene que dedicarse a leer las ayudas audiovisuales; al concentrarse en su lectura pierde de vista al público y seguramente su interés. Lo principal es su exposición no  son las diapositivas que presenta.


* Iniciar la charla con un comentario gracioso es una estrategia utilizada para captar el interés del público, pero cuide su sentido del humor. Evite chistes de doble sentido o que puedan molestar a alguien.


* Evite extenderse más de lo previsto, es mejor dejar al público interesado en volverlo a escuchar y no que pierdan el interés por lo extenso de su exposición. Y, en todo caso, ajústese en forma estricta al tiempo que le han asignado, de otro modo puede fatigar al auditorio y alterar el programa del evento.


* Los aplausos son un regalo del público; es la forma de expresarle que les agradó la presentación, por tanto, no salga rápidamente ni de la espalda, quédese unos segundos escuchando y mirando al público, haga una venia, sonría amablemente y diga Gracias.


Hablar en público no es tan complicado si se prepara en forma adecuada y respeta las normas indicadas. Anímese a hacerlo cuando se le presente la oportunidad, ello le permite ganar visibilidad de una manera positiva,  es favorable para su posicionamiento personal y profesional, o para la imagen de la empresa o institución que representa.

Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

Comentarios