La valoración de las habilidades sociales

TOMADA DE INTERNET-EL NUEVO DÍA
Llama la atención que en estos días cuando tantas personas y especialmente los muy jóvenes quieren que todo sea informal, las empresas al seleccionar los candidatos para ocupar vacantes le den una alta valoración al comportamiento y habilidades sociales de los aspirantes.

Llama la atención que en estos días cuando tantas personas y especialmente los muy jóvenes quieren que todo sea informal, las empresas al seleccionar los candidatos para ocupar vacantes le den una alta valoración al comportamiento y habilidades sociales de los aspirantes. 

En este punto es preciso recordar que informalidad no es sinónimo de descuido, abandono y mucho menos de incumplimiento de las buenas maneras o modales, especialmente del respeto por los demás. 

Y es entendible que las empresas valoren su imagen, porque tienen claro lo que significa para la marca. Por lo tanto aspiran a que cada persona vinculada lo represente muy bien en cualquier ámbito que se requiera.   

Además de los obvios conocimientos que se esperan y una experiencia profesional determinada, el desarrollo de las habilidades sociales se ha convertido en otro punto clave para potenciar el crecimiento personal y profesional. 

Las habilidades sociales tienen que ver con la capacidad de una persona para relacionarse adecuadamente con los demás. Algunas veces son innatas, pero la mayoría de las veces no es así y es en el hogar donde los chicos empiezan a aprender ciertos comportamientos y a imitar modelos que observan. 

A nivel general, podemos señalar las cuatro habilidades que de acuerdo con una mayoría de directivos hoy son las más valoradas por las empresas:

Comunicación: Ser un buen comunicador es un punto especialmente valorado. Saber hablar y saber callar. Convencer, escuchar, tener una buena dicción y un buen manejo del idioma, formular preguntas de manera adecuada, hablar bien en público y saber concretar. 

Flexibilidad: Se espera que la persona tenga una mente abierta que reaccione adecuadamente ante las nuevas situaciones, retos o condiciones; es decir que posea capacidad de adaptación y que no encuentre en cada circunstancia un elemento negativo que impida realizar una actividad, alcanzar una meta o acomodarse. 

Empatía: La capacidad de la persona para ponerse en el lugar de los demás y actuar acorde con las circunstancias, entendiendo las necesidades y sentimientos del otro sin subestimarlos o magnificarlos. Esta capacidad permite comprender las motivaciones ajenas, y por tanto, adaptarse a sus intereses y reaccionar para encontrar el punto donde se responda a los intereses de la mejor manera. 

Trabajo en equipo: Las empresas o proyectos más exitosos son los que han logrado que sus colaboradores integren, respeten y valoren los intereses de todos los participantes y actúen en consecuencia. Por tanto, es importante saber trabajar conjuntamente con un grupo de personas que no necesariamente sean sus amigos ni tengan iguales gustos, pero con quienes son capaces de encontrar puntos de unión que fortalezcan el equipo de trabajo.  

Por lo anterior, si usted aspira a mayores oportunidades de ascenso en la escala laboral y profesional, revise como están sus habilidades sociales frente a lo consignado; si lo hace de manera objetiva le permitirá proponerse a hacer los ajustes que requiera. 

Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

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