No le tema a hablar en público, prepárese

Si usted es una de esas personas que aún siente temor de hablar en público, no se preocupe, no es el único. Muchos padecen ese mal, pero lo importante es no dejarse dominar por el pánico o sustraerse de hablar por el temor a fallar.

Para hacer una buena presentación lo primero es asumir una actitud positiva y prepararse   procurando que lo que diga sea interesante y pertinente para el público a quien va dirigida y para el tiempo que le asignen. Si observamos cuidadosamente las fallas más frecuentes que cometen los oradores, podremos evitarlas cuando sea nuestro turno. Dichas fallas tienen que ver principalmente con el manejo del escenario y del público, la presentación personal, su introducción ante el público, el lenguaje que utiliza y el cierre de la misma.

En cuanto a su presentación personal, es importante que luzca natural y se sienta cómodo; evite ir recargado o usar un traje o accesorios extravagantes, que pudieran convertirse en el centro de las miradas y distraer al público de lo principal, que es el contenido de su presentación. Si su intervención se hace en un lugar desconocido, es conveniente que indague con los organizadores sobre el clima y el atuendo sugerido; podría ser que, por ejemplo, si todos los asistentes llegan con corbata y traje formal, se requiera que usted lo tome en cuenta, no necesariamente para vestir igual, pero sí para no desentonar del todo.

Cuando termine su intervención no concluya diciendo cosas como: “es todo lo que tenía por decirles”, “espero que les haya gustado”, “espero que no hayan perdido el tiempo”. Tome conciencia de que, así como el inicio, también el cierre de su intervención es muy importante; por tanto, prepare un buen cierre y, con expresión amable agradezca la atención que le dispensaron. Si hay aplausos, no de la espalda ni salga corriendo, espere y recíbalos con una sonrisa amable y mirando de frente al público, recuerde que las palmas son un regalo que le obsequia el público como reconocimiento a su presentación.

Veamos algunas recomendaciones que pueden ayudarle:

Es importante que conozca, así sea por imágenes, sobre la estructura del escenario, si es grande, pequeño, si tiene buena acústica,  buen equipo de sonido y las ayudas audiovisuales que usted requiere. Debe saber si las puede probar con anticipación, cual es el número aproximado de personas que asistirán y sus características. Indague si el público conoce poco o mucho del tema que va a tratar y cuáles son sus expectativas, cómo va a manejar el tiempo, cómo será el sistema de las preguntas, y quién va a moderar la participación. Todas estas son preguntas que debe hacer y que los organizadores deberán responderle oportunamente.

Recuerde llevar una reseña breve de su hoja de vida para los presentadores, el maestro de ceremonias la deberá ajustar para el evento. Luego, asegúrese de saludar amablemente y mirando al público, en posición erguida, con voz afirmativa y fuerte (pero sin gritar) y dirigiéndose a: las Señoras, señores, jóvenes y niños, si los hay y, si  procede, al protocolo que deben haberle entregado oportunamente. Mencione su complacencia por estar allí y su agradecimiento por haber sido invitado. De ninguna manera se le ocurra decir que: “no es digno de estar allí”, “que no maneja muy bien el tema”, “que lástima no haber tenido más tiempo para prepararse”; que “se siente abrumado porque el resto de personas que intervienen son unos sabios y usted no lo es”. Ese tipo de mensajes son demoledores, sólo logran hacer que el público se prevenga y hasta se pregunte: ¿y entonces para qué vino si no sabe?.

Asegúrese de que su lenguaje sea comprensible para todos, evitando el uso de tecnicismos o palabras raras si no hacen falta, o explicándolas en forma apropiada. Evite el uso de muletillas que siempre sobran y molestan. Evite también utilizar repetidamente expresiones como: indiscutiblemente, naturalmente, sencillamente, simplemente, obviamente, claramente, por supuesto...; todas ellas son expresiones de relleno y casi siempre sobran o no son válidas.

Tenga presente que las presentaciones en público son una ocasión especial para proyectar su mejor imagen, aprovéchelas para fortalecerla ante el auditorio. 

Credito
MARTHA CRUZ

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