En la I.E. San Simón, sede Montealegre, no pueden estudiar por los malos olores

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
La tienda de Deyanira Calderón, ubicada sobre la calle 39 número 4C-28, ha tenido malas ventas desde que el alcantarillado colapsó.

Desde el año pasado colapsó el sistema de acueducto y alcantarillado de la calle  39 con carrera 4C, afectando a una institución educativa y a 10 familias del sector.

Los malos olores que se generan por el daño del sistema de acueducto y alcantarillado de la calle 39 con carrera 4C, tiene alrededor de 800 niños de la institución educativa San Simón, sede Montealegre, y a 10 familias afectadas. Estudiar y gozar de un ambiente sano se ha convertido en una lucha en este sector.


Sandra Acosta Montealegre habitante del barrio La Macarena explica que desde octubre del año pasado empezó a salir agua y malos olores de las rejillas que se encuentran en la calle; creyendo que se trataba de un problema de las viviendas, solicitaron al Ibal llevar a cabo la revisión del sector, “lo que se logró después de mandar peticiones a todos lados”.


“El Ibal diagnosticó que la alcantarilla está totalmente destruida. Sin embargo, desde que se llevó a cabo la revisión por parte de la entidad no se ha solucionado nada. Las promesas de reparación de estos conductos, persisten cada mes”, agregó  Acosta.

    
Estudiantes con dolencias
La población más afectada, aparte de los adultos mayores que han tenido que desplazarse a las casas de sus familiares, son los niños de la sede del San Simón.  

Los docentes expresan que ‘intentan’ estudiar en este ambiente ‘fétido’, pero ha sido difícil por el sofoco que se genera al no poder abrir las ventanas, para evitar que se entre el mal olor.


Soportar el calor, ha generado que algunos de estos estudiantes, trasboquen y les de dolor de cabeza.

“Ayer se presentó el primer desmayo de uno de los menores, aunque se desconocen las razones, creemos que el calor pudo ser el causante”, manifestó una de las docentes.

A esto se le suma, que para evitar que inhalen estos olores, los estudiantes se están evacuando por la parte trasera de la institución.


Esto ha tenido consecuencias porque salen por un sector residencial, y la comunidad ya presentó quejas por el ruido que hacen los niños.


“La verdad preferimos incomodar a estas familias a enfermar a uno de estos pequeños”, expresaron las docentes.


El Ibal
Las respuestas que ha tenido la comunidad han sido inconclusas, desde el año pasado se hizo una evaluación del sector para arreglarlo pero con el ‘cambio de administración’ se ha dilatado el proceso.

“El alcalde en época de campaña vino y prometió arreglar esta red, pero llegó a la alcaldía y se olvidó.


“El Ibal dice que no hay presupuesto, que se están gestionando recursos, que hasta ahora están arrancando.


“El 17 de febrero vinieron y dijeron que llevarían a cabo todo el diagnóstico de la situación, pero incumplieron con la cita, porque nadie apareció”, concluyó Sandra Acosta Montealegre, afectada.


Los acudientes
En la sede Montealegre se especula que algunos padres de familias están organizando un paro indefinido por la situación en la que se encuentra la Institución, además por la negligencia de la administración municipal que no ha acatado las medidas preventivas con estos menores, quienes han sido los más afectados.

EL NUEVO DÍA no logró comunicarse con el rector de la institución, sin embargo, las docentes fueron las voceras de esta denuncia.

Credito
REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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