Edwin Fernando Núñez, vendedor del sector, afirma que a pesar de llevar junto a su madre trabajando por más de 12 años en la zona y haber solicitado en varias ocasiones la confianza legítima, no se les ha otorgado, pero así como él son varias las personas que aseguran tener la misma situación.
“Hemos acudido a las diferentes reuniones que han hecho sobre espacio público, con el fin de solicitar los permisos adecuados para trabajar dentro de la ley, y en repetidas ocasiones nos han dicho que no, o que por el momento no hay sistema y que debemos esperar”, indicó Núñez.
Pero a pesar de esto, uno de sus principales inconvenientes se ha registrado con Hernando de Jesús Betancourt, a quien acusan de apropiarse de una zona común, haciendo construcciones en el espacio público y con supuestamente autorizaciones legales.
María del Carmen Morales, vendedora de tinto y comidas caseras, manifiesta que el señor Hernando “dice que la Alcaldía, la Gestora Urbana y Espacio Público, le dieron materiales y le enviaron un ingeniero para que le construyera una plancha; y no entiendo por qué a nosotros no nos han dado un simple papel que nos brinde el permiso para trabajar”.
Rosaní Yepes Patiño, quien vende empanadas y pasteles durante las noches en el separador, pide igualdad de condiciones, ya que dice llevar casi 20 años como vendedora en el sector y además verse afectada al no poder hacer uso de electricidad, como sí lo hace el señor que posee el permiso.
Es así que solicitan a Espacio Público que verifique lo acontecido, y les otorgue las autorizaciones que vienen pidiendo desde hace años para tener la libertad de ofrecer sus productos, sin estar infringiendo la normatividad.
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