La Dirección de Control Interno, en su informe trimestral de austeridad al gasto fiscal (de julio a septiembre), volvió a rajar al Municipio en la ejecución del presupuesto.

Según el documento, la apropiación definitiva era de 717 mil 610 millones 253 mil pesos, de los que tan solo se había comprometido el 61 por ciento, es decir 437 mil 742 millones, cuando debería estar por el orden del 75 por ciento.

Sin embargo, se resalta que en comparación con el segundo trimestre, los movimientos presupuestales (créditos, contracrédito, adiciones y reducciones) presentaron un incremento del 46.89 por ciento.

Las secretarías con mayor rezago son Gobierno, Planeación, Tránsito, Cultura e Infraestructura, y hasta el despacho del Alcalde.

En Gobierno, con un presupuesto definitivo de $16 mil 729 millones aún hacían falta por comprometer 14 mil millones de pesos. Tan solo se habían ejecutado dos mil 723 millones, equivalentes a un 16 por ciento.

Así mismo, Planeación con un presupuesto definitivo de 11 mil 544 millones solo había adquirido compromisos por dos mil 655 millones, quedando un saldo de inversión de ocho mil 889 millones de pesos.

Por otra parte, la Secretaría de Tránsito, en los nueve meses, logró tan solo ejecutar un 38 por ciento de su presupuesto total, de siete mil 354 millones, dejando pendientes cuatro mil 532 millones de pesos.

Resalta Control Interno en cuanto a la Secretaría de Infraestructura que pese a se le redujo en mil 46 millones el presupuesto asignado, solo había logrado ejecutar el 32 por ciento, restando por invertir 11 mil 773 millones 529 mil pesos.

“A la Secretaría de Infraestructura se le disminuyó su presupuesto inicial y aun así tiene un alto porcentaje de presupuesto por ejecutar. Finalmente, con nueve meses transcurridos de la vigencia 2016, el presupuesto ejecutado debería ir por el orden de un 75 por ciento aproximadamente, pero como se observa, aún hay secretarías que están muy rezagadas”, se concluye en el informe.

Sin embargo, el vocero de esta cartera, Mauricio Pulido, sugirió hacer una revisión al tiempo que se está gastando el Municipio para adelantar las diferentes etapas contractuales para que en la próxima vigencia se agilizaran los trámites y se tuviera una mayor planeación contractual.

“El único que tiene asegurado el puesto soy yo”

Justamente el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo la semana pasada dio respuesta a la posibilidad de remover a alguno de sus funcionarios ante la baja ejecución prespuestal, indicando que solo él tiene el puesto asegurado hasta 2019.

“La administración es como un puesto de mando donde hay una cantidad de fusibles: si uno se quema o está disfuncional, se quita y se pone otro, esa es la administración pública. El único que tiene asegurado aquí el puesto por cuatro años si no me revocan el año entrante, soy yo. De resto, todos son movibles”.

Pero recalcó que daría un compás de espera, ya que no se ha terminado el año.

“No tenemos ningún inconveniente en hacer algún cambio, es normal en todos los gobiernos. La gente se cansa, en esta época comienzan a tener dificultades y hasta uno se cansa de estar trabajando y del estrés, de las injurias, las calumnias, los chismes, esto es como dice el adagio popular ‘pueblo pequeño, infierno grande’, hay quienes no aguantan este paseo. Aguanto porque ya estoy paquidermo, tengo una piel que se ha vuelto fuerte a todas las críticas, pero he creído que la administración termina el 31 diciembre de 2019. Ahí la gente podrá medir si hicimos o no hicimos”, concluyó.