El debate de control político realizado ayer en el Concejo al Ibal, puso sobre la mesa el riesgo en que estaría la construcción de la fase I y II del Acueducto Complementario, debido a que Cortolima no ha aprobado los permisos ambientales debido a la reformulación del proyecto.

Según el concejal citante del debate, Camilo Delgado, las obras “están siendo ejecutadas sin los permisos ambientales y, peor aún, con desconocimiento de la autoridad ambiental que a la fecha no tiene claridad o certeza de cuál es el trazado definitivo de este proyecto en sus fases iniciales”.

Lo anterior, se corrobora con el informe técnico emitido el 5 de marzo por Cortolima, donde la Subdirección de Calidad Ambiental requiere con apremio de sanción al Ibal para que precise cuáles permisos han sido tramitados para cada una de las fases del proyecto, pues desconoce el trazado definitivo de las fases I, II, III y IV.

De acuerdo con Andrés Gustavo Barrios, vocero de la autoridad ambiental, la primera modificación del proyecto la realizó el consorcio Acualterno, que solicitó los permisos ambientales para la consecución de dos pasos subfluviales y de aprovechamiento forestal, posteriormente IEH Grucón hizo lo propio y actualmente el Consorcio Ibagué 2017, que ejecuta la etapa I de la primera fase del proyecto, formuló nuevos ajustes al proyecto.

Cortolima solicitó al Ibal en mesas de trabajo realizadas el 30 de octubre, 7 y 15 de noviembre del año pasado, allegar la actualización del plan de manejo ambiental unificado desde el KM 0+ al KM 12+300 que comprendería la primera fase y que no ha sido allegado a la fecha por parte de la empresa.

Es de destacar, que en el informe técnico del 5 de marzo, la Subdirección de Calidad Ambiental le advierte al Ibal que no se podía continuar con las obras de la fase I y de las restantes del proyecto, toda vez que no se tiene aprobado el plan de manejo ambiental.

“Alertar a la Oficina Jurídica del Instituto de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) que actualmente no puede continuar con el proceso constructivo de la primera fase Km 0+000 al km 12+300; ni dar inicio a ninguna de las fases restantes (fase 2, 3 y 4) del proyecto Acueducto complementario, toda vez que a la fecha no posee el plan de manejo ambiental aprobado para ninguna de sus fases”, advierte el informe.

¿Y la licencia?

De acuerdo con Andrés Gustavo Barrios, vocero de Cortolima, el proyecto cuenta con licencia ambiental, pero solo es un requisito previo para la obtención de los permisos ambientales y para lo cual se le ha requerido al Ibal la actualización del plan de manejo ambiental por efecto de las modificaciones del proyecto.

“La licencia ambiental otorgada al Ibal es una licencia ambiental ordinaria, que se dio en la vigencia del decreto 1753 y que por esa razón había una connotación de licencias globales y licencias ordinarias. Esa licencia ordinaria es solo un cascarón donde no se tienen permisos, no se tienen autorizaciones, razón por la cual el Ibal a medida que fuera requiriendo los permisos ambientales para el desarrollo del proyecto los tenía que tramitar; adicionalmente, los permisos son una condición previa a la adquisición de los derechos, luego no podía (el Ibal) ejecutar una obra sin contar con esos permisos”, indicó Barrios.

Para el concejal Camilo Delgado resulta igual de preocupante los dos procesos sancionatorios que le sigue la CAR al Ibal y que podrían en el caso de dictar sanción, revocar la licencia ambiental del proyecto.

Estos procesos datan de 2013 y 2014 por el incumplimiento al trámite de los permisos ambientales, presentación de los estudios y diseños definitivos del proyecto, obras complementarias a lo largo de los 12.8 km, obras de mitigación y la presentación del plan de contingencia para las obras.

En 2015 la CAR elevó pliego de cargos al Ibal, proceso que se encuentra en fase de pruebas.

“No comparto lo de licencia cascarón”

El gerente del Ibal, José Alberto Girón, indicó que “juiciosamente” se ha entregado los informes que ha solicitado Cortolima. Sin embargo, dijo desconocer el informe técnico del 5 de marzo que ordenaba el cese en la ejecución de obras.

El directivo no compartió la expresión del vocero de la CAR sobre el tema de la licencia.

“La licencia está en firme. El 1 de mayo de 2018 obtuve todos los permisos y viabilidades técnicas del Ministerio de Vivienda que es la máxima autoridad del país en esa materia. Me preocupa que se le dé una mala señal a la ciudad, claro que hay cosas que ajustar, pero una cosa son los permisos y otra las licencias”, acotó.