Después de declarase desierta en abril y nuevamente haberse hecho pública la licitación por el Ibal para las obras del Acueducto Complementario fase II etapa IIA, por más de $12 mil millones, un nuevo traspié empaña la ejecución y avance de estas obras, al conocerse que la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, emitió un concepto negativo a la intervención de las obras en algunos puntos, por lo que no se podrá dar los permisos ambientales exigidos.

Situación expuesta por Jorge Enrique Cardoso, director de la Corporación, a primera hora de la mañana en RCN Radio de Ibagué, según el funcionario como parte de las actividades de control y vigilancia.

“Al parecer, se ha filtrado alguna grave información, la Corporación en cumplimiento de sus actividades de control y vigilancia del proceso de Acueducto Complementario ha emitido concepto negativo para la formalización de algunas obras de puntos de intervención de obras civil y estamos prestos a emitir la decisión de fondo”, manifestó Cardoso en el medio radial.

Al ser consultado sobre si esta situación impide la continuación de las obras hasta que se cumpla con lo solicitado por la CAR, el funcionario fue claro en decir, “es lo que hemos venido requiriendo por vía escrita y acto administrativo, desde hace aproximadamente dos años a la Administración actual”.

Sin embargo, no afirmó si el Ibal incumplió con los diferentes plazos que se han dado frente a la serie de inconsistencias que ha encontrado la Corporación y que ha dejado en firme por medio de resolución.

“No puedo pronunciarme en ese sentido, porque debemos emitir un acto administrativo y podría ser objeto de recusación por parte de los interesados, estamos esperando agotar el procedimiento para tomar las decisiones que correspondan de acuerdo con las recomendaciones del criterio técnico de la Corporación”, expresó el director.

No obstante, aseguró que son varios los puntos de intervención que no se adecúan al plan de manejo ambiental.

“Son varios puntos de intervención de obra que no se adecúan al plan de manejo ambiental ni a los trazados que la Corporación autorizó en la licencia ambiental que está vigente”, agregó Cardoso.

Cabe recordar que Cortolima a través de la resolución 558 del 15 de febrero del presente año, evidenció la falta de permisos y ordenó la suspensión de la construcción de las obras, hasta que se obtuviera lo exigido.

“Se evidenció la construcción de siete estructuras sobre el cauce del río Cocora del K 0+000 al K 4+700 sin contar con permiso de ocupación de cauce desconociendo las disposiciones de la resolución Cortolima No. 270 de 1997, que expresamente señala que es licencia ambiental ordinario. También se estableció que al 04 de julio de 2018 se requerían ocho pasos elevados más, que a la hora de hoy no cuentan con actividad permisionada.

“Todas estas actividades implican de una u otra manera impactos ambientales, porque son obras construidas sobre una de las principales cuencas del departamento del Tolima, como la del río Coello y por ende, su estricto control y sencilla correspondencia de la entidad estatal titular de la licencia, por lo que se deberá mantener la suspensión hasta tanto no se tramiten y otorguen los permisos y la actualización del Plan de Manejo Ambiental”, refirió Cortolima.

A lo que el Ibal, en cabeza de su gerente Carlos Fernando Gutiérrez, indicó que los requerimientos ambientales se habrían cumplido a cabalidad, según lo exigido por la autoridad ambiental.

Esta redacción se intentó comunicar en repetidas ocasiones con el gerente del Ibal para conocer su postura frente a la situación; sin embargo, según el equipo de prensa, no se habría manifestado. Asimismo, se intentó ahondar en el tema con el director de Cortolima, pero tampoco hizo un pronunciamiento oficial.

Dato

El director de Cortolima, indicó que son varios puntos de obra que no se adecúan al plan de manejo ambiental.