La sequía se ‘devora’ algunas zonas de Coyaima y Natagaima

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
Un sol inclemente acompañado de grandes dosis de ‘aire caliente’, como se siente al caminar entre los campos, es el común denominador con el que deben vivir cientos de indígenas en el sur del Tolima.

Incendios forestales, carencia de agua tanto para el consumo humano como para la ganadería, es con lo que han tenido que convivir las comunidades de Coyaima y Natagaima, que se han visto golpeadas con la fuere oleada de sequía que azota al Tolima por estos días.

El ‘aire caliente’, como muchos lo llaman, no solo se siente al caminar por sus zonas rurales, sino que allí las personas prefieren no salir de sus ‘chozas’, hogares donde algunos viven: incluso se podrían llamar como ‘pueblos fantasmas’.

Y es que los sectores que antes eran conocidas como grandes parcelas, donde se veían animales en buen estado comiendo pasto y paseando por ellas, hoy han cambiado por hectáreas consumidas por el fuego, producto de los incendios forestales, y poco ganado, buscando qué tomar, ya que las fuentes hídricas vienen desapareciendo.

Allí solo esperan con ansias que el agua no demore mucho en llegar, porque temen que la situación se agrave, y acabe con el poco ganado que queda en la zona, como muy probablemente las autoridades han indicado que pasará.

Predominan los incendios

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Para las autoridades en Coyaima, la principal preocupación es el agua, ya que las familias campesinas se están viendo afectadas por la sequía que azota por estos días al municipio.

Pero no es la única necesidad de estos días en esta región del Tolima: allí se requiere con urgencia de un carro de bomberos, porque en dos semanas se han registrado cerca de 30 incendios forestales y ‘con las uñas’ han tenido que afrontarlos.

Según explicó el alcalde Jesús Moncaleano Sánchez, en este momento su administración está efectuando el censo de las personas afectadas con este fenómeno climático. Según el mandatario, las quemas y la falta de agua, tienen al municipio ad portar de una emergencia.

Ernesto Lozano Díaz, secretario General y de Gobierno de este municipio del Sur del Tolima, explicó además que esta situación se ha vuelto preocupante porque la temporada de calor hasta ahora está iniciando y las consecuencias han sido graves.

“Las fuentes hídricas de las veredas nuestras empiezan a escasear, por eso a la Alcaldía han llegado muchas solicitudes de los gobernadores de los resguardos indígenas, pidiendo tomar acciones frente a estas necesidades”, señaló el funcionario.

Lozano Díaz comentó que por medio del proyecto del Triángulo del Sur del Tolima, a través del canal que tiene el río Chenche, que atraviesa todo el territorio de Coyaima, se va a programar riegos cada dos semanas durante toda una noche.

“Con esta medida se espera que exista agua para dos o tres días, solo para animales y consumo humano”, y agregó que los cultivos están prohibidos, sobre todo el de arroz.

También dijo que a futuro la situación de sequía en la población puede ser peor. “De llegarse a prolongar, nos tocaría empezar a implementar otras medidas”.

Natagaima también sufre

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 Esta población también se ha visto perjudicada, y es que las comunidades indígenas de Pueblo Nuevo son las que están llevando la peor parte, ya que la quebrada Yaco, que surte el acueducto de esta población y otras cercanas, ya desapareció.

Para el gobernador indígena, Benjamín Leal Guependo, los animales son los que más sufren con esta oleada de calor, ya que en el lugar hace más de tres meses que no cae una gota de lluvia.

En este lugar cerca de mil personas se están viendo perjudicadas y muchas fincas han sido abandonadas, porque los campesinos allí no pueden ni cultivar, ni tener animales, mucho menos vivir.

Ficher Giovanny Mahecha, técnico ambiental de Natagaima y quien hace parte de la Secretaria de Agricultura, dice que dentro del balance que han hecho desde la administración se revela que los más perjudicados son el gremio ganadero.

“El desierto de La Tatacoa poco a poco se ha ido pasando a Pueblo Nuevo, ya que esta vereda es vecina con Villa Vieja en Huila. El aire caliente que ventila para el sector de Natagaima y las pocas lluvias lo han originado”, dijo Mahecha.

Y agregó que en la actualidad se está ejecutando razonamientos de agua, ya que los acueductos veredales no cuentan con la capacidad para abastecer a toda la población que lo necesita. “A través de la Alcaldía se está gestionando siete molinos de viento, que apoyaría el trabajo de los aljibes que hay en la mayoría de las fincas”.

En este municipio han llevado a cabo diferentes campañas para evitar los incendios forestales. “La idea es crear planes de contingencia, para evitar que las consecuencias del fenómeno de ‘El Niño’ sean más graves”. 

Credito
CLAUDIA RESTREPO

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