El invierno ha recrudecido el pésimo estado de la malla vial en Roncesvalles, haciendo que se pierdan los productos cultivados y hasta la leche, que se ha tenido que botar. El comercio también ha quedado sin insumos, ya que es imposible el transporte, lo que está generado millonarias pérdidas.

A pesar de que el municipio tiene activa la calamidad pública, poco se ha podido intervenir por falta de recursos para proyectos, generando mayor preocupación las vías que corresponden al Gobierno departamental. Roncesvalles tiene vías hacia Ibagué, San Antonio y Valle del Cauca, pero están colapsadas.

En el reporte de ayer, la vía hacía Valle del Cauca, utilizada por los productores de mora, estaba bloqueada en el sector La Mina, pese a que el día anterior se tuvo maquinaria allí. La vía entre Santa Helena (Roncesvalles) y Playarrica (San Antonio), en el sector conocido como Pando, también estaba taponada, aunque ocho días antes fue intervenida, y como si fuera poco, la vía para llegar a Ibagué, registró obstrucciones en varios tramos.

El puente de Hatoviejo, que se empezó a intervenir a mediados de marzo, debe ser atravesado por el río, pero debido a los incrementos del caudal los pobladores aseguran que es imposible que los vehículos crucen; Ómar Espinosa, líder comunitario, aseguró que aumenta la preocupación por los pocos avances en la obra; debido a esto, el alcalde José Manuel García afirmó que la Gobernación se comprometió en entregar el puente el 3 de junio.

A esta problemática se suma el tramo Zanja Honda, allí de manera constante se registran deslizamientos de tierra y los vehículos quedan atrapados debido a una falla geológica; la Gobernación se había comprometido a tener permanentemente un buldócer en el lugar, pero se ha retirado de la zona para atender otras emergencias lo que afecta el paso de los productos para comercializar.

La comunidad dice que ha recibido poco apoyo de la Gobernación para atender el precario estado vial, que los tiene aislados.

Las pérdidas

Didier Veloza, representante de Disleches, aseguró a EL NUEVO DÍA que en la última semana ha tenido que botar tres mil litros de leche, y ha durado casi tres días en carretera para llegar hasta Honda: “Durante esta ola invernal he perdido cerca de $20 millones, porque la leche empieza a generar acidez y hay que botarla; tengo entendido que hay camiones que se han volteado”, precisó.

Por su parte, Marnelly Rodríguez, de Comercializadora El Castillo, acopio Roncesvalles, dijo que “en este momento (ayer) tenemos 12 mil litros de leche que no hemos podido transportar, porque el carro no ha podido pasar, muchas veces debemos con mangueras hacer transbordos. Recorrer el mismo municipio es un problema y aunque siempre las vías han estado en pésimas condiciones, en los últimos cinco meses ha empeorado”.

Jenny Rodríguez, representante de Agrorronces, aseguró que “no hemos podido traer mercancía, estoy sin surtido y el carro está a mitad de camino; la gente el domingo baja para comprar insumos, pero no hemos podido suministrarlos. Estamos dejando de vender y de suplir las necesidades de los campesinos, y hasta hemos tenido que alzar los precios, porque nos toca hacer varios transbordos para que lleguen con una ganancia mínima”.

Ante esta situación el Alcalde aseguró que se está dialogando con los mandatarios de los municipios vecinos para juntar las maquinarias y empezar a intervenir las vías obligatorias de la Gobernación, ya que la situación es neurálgica y la comunidad cada vez se está viendo más afectada.