El reto viral sin regreso que pone en riesgo a los jóvenes

Autoridades del sector educativo emitieron un alerta en el país debido a que se está propagando una tendencia que pone en riesgo la vida. En el Tolima, las alarmas ya están encendidas.

A mediados de este mes el anglicismo ‘barebacking’ circuló por los medios de comunicación locales debido a que la Secretaría de Educación del Tolima emitió una alerta a rectores y docentes de instituciones educativas públicas y privadas, pues la palabra relaciona un reto viral que pone en riesgo a niños y adolescentes.

Según información de la Policía de Infancia, padres de familia en el Valle denunciaron que sus hijos menores de 14 años recibieron invitaciones para “sostener relaciones sexuales con hombres y mujeres infectadas con el virus VIH-Sida”, además de ello los engañan “asegurándoles que tomando antirretroviral no se van a infectar con dicha enfermedad”, precisa la circular.

EL NUEVO DÍA consultó a profesionales en el tema para conocer por qué se da este tipo de tendencias y como funciona realmente el antirretroviral.

 

Una practica que viene desde los años 90

Jaime Valero Carvajal, médico psiquiatra de la Universidad del Rosario, explicó que el término ‘barebacking’ quiere decir tener relaciones sin protección, pero la palabra para determinar a las personas que quieren infectarse de VIH o con una Enfermedad de Transmisión Sexual, ETS, se les llama ‘bug chasers’, que quiere decir cazadores de bichos.

“Son personas generalmente adultos jóvenes, en su mayoría transexuales u homosexuales, es muy raro que la práctica se presente en heterosexuales.

“Es una (actividad) que en teoría viene desarrollándose desde los años 90 hacia acá y que en unos años ha tomado mayor abordaje desde ciertas comunidades”.

Agregó, que según estudios, la práctica obedecería a la “necesidad del adolescente o joven adulto de pertenecer a una comunidad más estrecha, otros han descrito que se refiere más a la sensación que da el riesgo de poder infectar.

“Los objetivos son básicamente encontrar o contagiarse del ‘bicho’ como tal, que en su gran mayoría es VIH”.

El riesgo es que en estas ‘fiestas’ no se expone al portador ‘gift giver’ o el que ofrece el ‘regalo’.

El especialista agregó que al profundizar en la tendencia o reto, se podría considerar casi como una conducta suicida “que se enmascara un poco con el hecho de que ahora el VIH tiene otra visión desde el punto de vista médico, como una enfermedad crónica que tiene un tratamiento, muchos jóvenes se esconden en el hecho de que hay un tratamiento”.

Pero detrás de todo esto, hay más en la persona, como una capacidad de vinculación mínima, por lo que sienten la necesidad de infectarse para sentir una emoción de vida, “esto (se ve) mucho (en) las personalidades que nosotros llamamos límites, que se mueven entre los actos de alto riesgo”.

 

¿Se perdió el temor al VIH-Sida?

Décadas atrás, hablar de la enfermedad o pronunciarla era casi sinónimo de muerte, también, generaba una gran estigmatización y discriminación. Los pacientes, además, de lidiar con la enfermedad debían afrontar el aislamiento.

Con el paso del tiempo, se logró reducir un poco la tensión social. Pero ahora es “un poco contradictorio, porque se ha trabajado para disminuir la perspectiva castigadora, para ayudarles a aquellas personas que se contagiaron por accidente, pero por otro lado, eso ha hecho que tal vez, estas prácticas en el desarrollo, se sienta que efectivamente es una enfermedad que tiene tratamiento, y una perspectiva de vida mayor de lo que teníamos hace 20 años”.

Al preguntarle al especialista si involucrarse en ‘barebacking’ se podría determinar como un intento suicida, indicó que no, “es más bien un gesto y se separa de la enfermedad mental, seguramente muchas de las personas que practican este hecho pueden tener un trastorno depresivo o enfermedad mental de base y tal vez este acto los está llevando a sentirse vivos de alguna forma o a morir indirectamente”.

 

Recomendación a los padres

Valero Carvajal, indicó que los progenitores deben estar siempre con la mente abierta y que la relación con sus hijos estar basada en la confianza, igualmente, libre de perjuicios, pues en la mayoría de casos los jóvenes no son capaces de hablar porque les da temor a la crítica o a los perjuicios.

“Estamos hablando de que esta réplica se da en comunidades Lgbt, que son personas que desde las familias empiezan a ser discriminadas por el hecho de tener una orientación sexual diferente”.

También, se debe tener en cuenta que los menores y adolescentes deben estar informados para que no actúen por ignorancia y terminen en situaciones catastróficas.

Y para los hijos el consejo es que se apoyen en personas que les brinden un soporte emocional suficiente, rol que puede cumplir el padre, un hermano, amigo o hasta un docente, “lo importante es que hablen y expresen como se sienten, que no les dé miedo comunicar los sentimientos”.

 

Cómo funciona el antirretroviral

Boris Sánchez, médico de la Secretaría de Salud Departamental, explicó que “no hay estudios que digan que aplicarse un antirretroviral antes de tener relaciones lo proteja, no hay dato de eso”.

En cuanto a la tendencia ‘barebacking’, a la que se están exponiendo los jóvenes “es un reto que los va a llevar a la muerte”, pues aunque un paciente VIH positivo esté bajo tratamiento y control “a cualquier momento, por más que estén controlados, puede haber una falla terapéutica o cualquier otra causa que lo desequilibre y aumente las cargas virales, lo que llevaría a que los pacientes sean más propensos a cualquier infección”, a lo que se le suma un tratamiento de por vida.

“No es un como reto que se debe hacer, porque es como exponerse a una forma de suicidio”, añadió.
 

 

Estadísticas y estudios

Según investigaciones, en el Tolima durante 2018 se contaron 335 casos de VIH, los mayores índices se vieron entre los 15 y 24 años, siendo Ibagué la que aportó más registros, seguido de Espinal (20), Flandes (13) y Honda (12).

“Para el 2019 a la semana 37 se han notificado 293 casos nuevos de VIH, con una prevalencia de 28.1 casos por cada cien mil habitantes, es una cifra alta”, dijo el funcionario del Departamento.

Otra de los evidencias es que los mayores registros se ven en hombres con una tasa de 33,1% por cada cien mil habitantes y es en la zona urbana donde hay más pacientes.

Por otra parte, estudios adelantados en el continente americano (norte, centro y sur) han mostrado que el 30 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años tienen VIH, lo que indicaría que este es un tema que están tomando a la ligera. “La educación es importantísima, sobre todo hablarles de los derechos sexuales y reproductivos que ellos tienen, para que no se expongan y tomen sus decisiones en forma adecuada y responsable”.

Los tabúes y mitos que se tenían sobre el VIH han ido cambiando, pues muchas familias tienen a una persona cerca o lejana con el virus, “los jóvenes de ahora conocen como se transmite, como se protegen, entonces ya que saben esto deben entrar en el autocuidado”.

 

VIH y Sida

El profesional Boris Sánchez explicó que la etapa inicial, se manifiesta como un virus que se le denomina Virus de Inmunodeficiencia Humana – VIH, y pueden recibir tratamiento, “cuando se pasa a Sida, se empieza a presentar las complicaciones, es decir, todas las infecciones que se puedan generar por su misma deficiencia inmunológica”.

En cuanto a los antirretrovirales, Sánchez aclaró que son medicamentos que actúan sobre el virus, pero no es solo uno, sino un conjunto que se aplican dependiendo de la fase de la enfermedad y se debe monitorear para saber si se está controlando o no el padecimiento.

“No le veo mucho futuro a estos muchachos si piensan contaminarse ellos mismos”.

A la pregunta de cuánto tiempo puede pasar antes de que la persona se dé cuenta de que está contagiada, el profesional respondió que entre tres y seis meses.

“Usted puede tener contacto con una persona hoy con VIH y hacerse el examen mañana y aparecerle negativo, por eso se deben repetir a los tres meses, para ver si después de la ventana epidemiológica le apareció el VIH”, dijo Sánchez .

Reiteró que en este tema el preservativo es la principal medida de protección.

 

Cifra

293 son los casos nuevos de VIH registrados en el Tolima durante lo corrido de este año.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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