Al explicar los detalles del acuerdo de participación política, el segundo punto de la agenda del proceso de paz, Jaramillo aseguró que la nueva dinámica electoral que se plantea implica que se debe “legislar con los partidos para lo que sería un sistema más moderno”.

Agregó que la participación política es “la piedra angular de la paz” y por ese motivo se requiere que el sistema electoral sea modificado para que garantice la participación.

Sin embargo, aclaró que ese debate que tendrá que darse en el Congreso debe partir de lo que calificó como un principio fundamental del proceso: “Se busca transformar la realidad y no producir más normas y leyes”.

Sobre las circunscripciones transitorias de paz, que también están contempladas en el segundo punto del acuerdo, y ha sido uno de los aspectos más discutidos, el Alto Comisionado reconoció que todavía faltan aspectos por precisar en la mesa de negociación, pues aún no se define, por ejemplo, su número y su ubicación.

Sin embargo, dijo que en esas zonas se adoptarán mecanismos especiales de elección para garantizar, de manera transitoria, la inclusión en escenarios de representación de las comunidades más afectadas por el conflicto.

Jaramillo agregó que para que ese propósito tenga éxito es necesario implementar “medidas inmediatas para fomentar la participación y promover la transparencia”, además de “romper el vínculo entre política y armas”.

El Alto Comisionado también indicó que la pretensión de conseguir una apertura democrática con el acuerdo sobre participación política también implica poner “en marcha unas medidas de excepción necesarias para esa transición”.

En ese sentido, destacó que el periodo inicial de implementación supone, entre otros aspectos, “desligar el asunto del umbral de la personería jurídica, facilitar la creación de partidos y evitar su desaparición”.