Cuando uno se monta en un taxi, que es un servicio público, se establece un contrato entre el taxista y los pasajeros, en el que estos se comprometen a pagar la tarifa y aquel a llevarlos del punto A al punto B de manera segura, entre otras cosas.

Nos referimos, por supuesto, a la concesión de Girardot a Bosa. Habían dicho, los ministros, que estaría lista para mitad de año. No ocurrió. Luego, la ministra dijo que para agosto. ¿En qué estaría pensando? Y ahora anuncian la terminación para diciembre. Es casi seguro que, para entonces, tampoco estará terminada.

¿Sabe usted, amable lector, cuáles serán las principales vías en el futuro de Ibagué? Construyeron la variante del oriente de nuestra ciudad o Ramal Norte de la doble calzada de Girardot-Ibagué o calle 147 de esta última. ¿Cuáles serán las carreras y las calles que, con forma de avenida, conformen el entramado principal entre la calle 147 y la Avenida Pedro Tafur o de Mirolindo al Éxito?

Ya es parte del folclor ibaguereño que los vuelos, desde y hacia el Aeropuerto de Perales, se demoren por factores climáticos. Además del altísimo precio de los tiquetes, la incertidumbre sobre la hora de partida o de llegada hace que viajar en avión sea, cada vez más, una opción que no se quiere tomar.

El buen estado de las calles es de la responsabilidad del Secretario de Infraestructura (y del Alcalde). Punto. En consecuencia, él debe velar porque se conozca el inventario de las vías y su estado actual. Porque, sin ese inventario, ¿cómo se toman decisiones de reparación o de reconstrucción? Y ante él (o ella) deben responder todos los que deterioren las vías.

Hace casi un año, el 2 de septiembre de 2012, escribí en esta misma columna algunas apreciaciones sobre la doble calzada de Bosa a Girardot.

Hay tres elementos que deben concurrir para que la movilidad urbana de los automotores y, en consecuencia, de quienes se transportan en ellos, sea aceptable, que son: que haya vías suficientes, que estén en buen estado y que tengan resueltos los conflictos en las intersecciones.

En Ibagué hay déficit de sitios de parqueo. Eso es de Perogrullo. Las calles permanecen ocupadas en muchos sitios, por carros estacionados, la mayoría de las veces en sitio prohibido.

Se acerca la época en que hay que elaborar los presupuestos del año entrante. Y es necesario que se presupuesten todas las necesidades de gasto según lo establezcan las prioridades que asignen los gobernantes.

Los policías, cuando paran a un vehículo para pedir documentos o para elaborar un comparendo, deben usar el sentido común. Se ha visto, repetidamente, que en la Calle Once, lateral al Parque Murillo Toro, hacen parar vehículos en el carril izquierdo. Eso solo empeora el trancón en la zona.