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Entre las largas jornadas de entrenamiento y clases de ingeniería electrónica, Nicolás reparte su tiempo y construye disciplina y ejemplo para muchos más, que como él, quieren poner en alto el nombre del Tolima.
Nicolás se prepara para representar a Colombia en el Mundial Juvenil de El Cairo, en Egipto. El joven competirá en una modalidad en la que debe atravesar ida y vuelta una piscina de 100 metros de inmersión, solo con un tanque de oxígeno y una aleta. Disputará el título con los mejores de otros países y ganará el que lo haga en el menor tiempo posible.
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El deportista le contó a El Nuevo Día su recorrido para obtener un cupo en dicho certamen. En los últimos seis meses, participó en cuatro clasificatorios de la federación nacional y luego de superar las marcas, quedó junto con Risaralda y Valle serán las caras de la Selección Colombia.
Natación con aletas, la categoría que entrena Nicolás, no es tan conocida como la tradicional. Se enamoró de ella y ha llegado a participar en al menos 15 competencias; en su última contienda fue la nacional inter clubes, en Cali, hace dos semanas, donde ratificó su récord y obtuvo tres oros, cuatro platas y tres bronces.
La promesa del deporte nacional entrena desde los 6 años; empezó con clavadismo, pero por la falta de escenarios en la ciudad, a causa del conocido desfalco de los Juegos Nacionales 2015, se cambió a la natación.
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Los excelentes resultados de su carrera se deben a su disciplina. Entrena de lunes a sábado. Se levanta a las 4 de la mañana y a las 5 ya está en el gimnasio. De 7 a 9 se reúne con su equipo para ensayar el agua. De 10 a 12 va a la universidad. Regresa a la preparación física a las 4 de la tarde, en ocasiones sigue de largo hasta las 8 de la noche.
“Los sueños se cumplen y hay que esforzarse mucho. Hay cosas que no estarán a tu favor, siempre y cuando uno tenga la disciplina y la persistencia de seguir luchando por eso, de una u otra manera, va a llegar a cumplir los sueños”.
Nicolás finaliza agradeciendo a Indeportes, ente que lo ha apoyado, a su entrenador Juan Fernando González, a su equipo y a toda su familia.
“A Dios, a mis papás, a mi hermano, que siempre ha sido un gran ejemplo para mí; a mis amigos del club que están ahí y me corrigen, a entrenar más fuerte y motivarme”, expresó.
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