“Toda acción dice algo y la disposición del cuerpo no necesariamente coincide con lo expresado por lo verbal.
“Las disposiciones corporales, en ocasiones, enmascaran un contenido que el otro no quiere emitir por temor, por ejemplo. Así que no es posible generalizar un movimiento, un gesto o una posición para interpretar las situaciones de una persona”, advierte Carlos Mario Henao Galeano, jefe del pregrado de psicología de la Universidad Eafit.
Sin duda, la lectura corporal es importante pero es necesario aprender a mirar más allá de lo que el cuerpo del otro dice para entenderlo y así mejorar la comunicación y relación de pareja. Hay que saber leer con el alma, recomienda Elizabeth Gutiérrez, sexóloga clínica del Centro Psicopedagógico Integrado, Cepi.
La interpretación
En la lectura corporal hay que ser muy cuidadosos y no tan radicales con los significados, pues la cercanía física permanente no determina que una pareja se quiera o no, se respete o no, se desee o no.
“Una pareja que tenga una relación saludable, madura, tiene un contacto físico sutil, espontáneo aunque buscado y pensado”, señala el sexólogo clínico Agustín Alfonso Giraldo Sánchez.
Aunque es un asunto particular de los miembros de la pareja incluso determinado por los acuerdos a los que hayan llegado, aquí algunas situaciones que hablan de lo bien que está la comunicación entre ambos.
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