Su salida se espera para finales de febrero e inicios de marzo, aunque hay cierta presión del gobierno del presidente Juan Manuel Santos para que todos aquellos que tienen intención de renunciar para estar en la contienda se vayan lo antes posible, en lo que, obviamente, él está incluido.

De hecho, entes de control también lo han pedido: “La Procuraduría llama a los servidores públicos que aspiren a ocupar cargos de elección popular y ostenten el ejercicio de la función pública, en todos los niveles y en especial en el ámbito directivo de las entidades estatales, a separarse de sus cargos con la adecuada y suficiente antelación”.

Además de los llamados a que se den esas renuncias, el Vicepresidente tiene algo que otros altos funcionarios no y que también empuja su salida: el reemplazo. El Presidente, quien confirmó que Vargas dejaría su cargo para estar en las elecciones, le puso reemplazo de inmediato y anunció el nombre del general Óscar Naranjo.

Es decir, todo está dado para que se vaya, incluso los elogios para recordarlo como buen funcionario, eficiente y ejecutor.

Pero quizá sea la presión la que no le gusta al Vicepresidente, o simplemente ya maneja su estrategia de campaña, porque antes de irse parece que dejará completamente claras las diferencias con el actual gobierno, lo que no hizo durante todo el proceso de paz al mantenerse neutro.

La pelea que se generó por la palabra ‘venecos’, además de generar conflicto con Venezuela en el que él se muestra fuerte y con carácter -muy parecido al presidente cuando era Ministro de Defensa y discutía con el presidente Hugo Chávez-, abrió la puerta a una serie de críticas para la canciller María Ángela Holguín, quien quiso permanecer alejada de la polémica.

“Lo único que puedo decir es que en este momento en que comienza a calentarse el ambiente electoral y muchas de las declaraciones responden a esto, sí prefiero mantenerme al margen de cualquier comentario. No voy a entrar en una polémica con el Vicepresidente, somos parte de lo mismo”, dijo la Canciller.

Después, Santos se refirió y dijo que cada uno es un excelente funcionario y que deben seguir con sus tareas, lo que fue interpretado como un llamado a Vargas Lleras para que siga con las labores de infraestructura y no esté buscando peleas.

Y aunque todos pensaran que eso terminaría con la voz del Presidente, Vargas siguió por Twitter: “Señora Canciller, comprendo bien que se mantenga al margen en este caso, como en muchos otros lo ha hecho usted y la @CancilleriaCol”.

Hasta ahí llegaron los comentarios esta semana, pero lo cierto es que él ya actúa como candidato y como tal recibe apoyos de otros sectores, como el del senador Álvaro Uribe, quien al parecer ya descarta que Óscar Iván Zuluaga sea candidato del Centro Democrático por el escándalo de Odebrecht.

“Santos, incapaz de enfrentar a la dictadura, reprende al Vicepresidente que le da un cariñito a Diosdado al decirle apenas patán”, escribió en su cuenta de Twitter el expresidente en medio del río revuelto.