El caos social puede ser más letal

Columnista Invitado

“Somos los dueños de nuestros destinos, somos capitanes de nuestras almas”, afirmó Wiston Churchill Primer Ministro Británico durante la Segunda Guerra Mundial.
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Una frase que en tiempos de angustias e incertidumbres como la que experimentamos por causa del ataque de un enemigo inesperado y contundente llamado Covid-19, resulta bien nuevamente acuñarla y traerla a hoy.

A la fecha, tal ha sido la amenaza de este virus en nuestro país, que a manera de simulacro, siete departamentos -dentro de los que se encuentran aquellos que concentran el mayor número de municipios de todo Colombia- acudieron a una estrategia de salud pública denominada “Simulacro Vital”, un aislamiento social -en principio- como ejercicio heurístico de prueba y error.

Desde este martes dejaremos de lado la figura de simulacro, ya no seremos siete los departamentos experimentando un aislamiento social, pues Colombia entrará en “Cuarentena Total” ordenada por el Presidente de la República.

Luego de los anuncios tanto de “Simulacro Vital” como de “Cuarentena Total”, hemos visto a una población presa de pánico, el desbordamiento de los ciudadanos en tiendas y supermercados para abastecerse, la evacuación masiva de ciudades como Bogotá, los bloqueos en las entradas de los municipios para impedir la llegada personas “infectadas” que contagien sus territorios, la difusión masiva de información falsa a través de las redes sociales, entre muchos otros comportamientos, generan un ambiente apocalíptico en el subconsciente de muchos colombianos.

Un ambiente de final de los tiempos, que ya produjo una verdadera tragedia, una masacre que nos ha cobrado más víctimas en el país, que las que nos ha dejado hoy el propio Covid-19. 23 muertos y cerca de 90 heridos como resultado del amotinamiento de presos en las cárceles del país, son una cifra escalofriante.

Cientos de reclusos en Bogotá, Santander, Tolima y Valle presos -esta vez- también pánico, desesperados por sus condiciones de insalubridad, de manera violenta la noche del sábado irrumpieron con sus voces a las autoridades, haciendo un llamando a la atención de sus necesidades en tiempo de pandemia. El saldo no pudo ser más trágico.

En tiempos de crisis, de dificultades, es probable que todos nos encontremos ante estados mentales confusos, dispersos, tensos, ansiosos o de angustia por lo qué pasa y podría pasar, lo que al ser multiplicado por los 40 millones de colombianos, termina convirtiéndose en un verdadero caos social, pudiendo ser más letal que la propia causa que lo propicia.

Precisamente en China país de origen de esta pandemia, el ideograma que expresa la palabra “crisis” está compuesto por un ideograma cuyo significado es “peligro” y otro cuyo significado es “oportunidad”. La percepción que se le da, es la clave que determina si en medio de una crisis se ve una oportunidad o un peligro.

Así como los chinos nos lo plantean, manejar la percepción es manejar la mente, una mente sólida, estabilizada, fuerte, impermeable a los rumores negativos, al desánimo, a la incertidumbre y al temor colectivo, es la necesaria para superar exitosamente los períodos de crisis.

JUAN GUILLERMO HERNANDEZ LOMBO

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