Si bien, de acuerdo con Julián García Salcedo, presidente de TGI (Transportadora de Gas Internacional), este tipo de combustible para transporte público ya se ha implementado en Cartagena (Transcaribe) y Cali (MIO), y actualmente en Bogotá (Transmilenio) está en pruebas, “lo que buscamos es que en el resto de ciudades del país también lo empleen en sus vehículos”.

Por su parte Santander, explicó García Salcedo, “tiene espacios para mejorar. Ha penetrado en taxis, vehículos de transporte escolar y algunos particulares, pero creemos que debe ser en su totalidad en el transporte masivo de público”.

García Salcedo señaló que el gas vehicular (gas comprimido) trae beneficios ambientales, “tiene menos emisiones de CO2 y no emite materiales particulados, lo que lleva a respirar un aire más limpio y menos emisiones a la atmosfera”, además, es más barato.

Un cambio paulatino

Aunque esta es una propuesta que ya está en marcha en el país, García Salcedo afirmó que este proceso de cambio de combustible tiene que coincidir con los cambios de buses que tengan las ciudades.

“Si se tiene un bus en Diésel, se debe esperar a que cumpla su vida útil, pero el ideal es que el reemplazo de los equipos sea con la nueva tecnología”, aclaró el directivo de TGI.

El experto de la industria del gas señaló que desde TGI también se promueve el uso de gas comprimido para el transporte de carga dentro de las ciudades. “En Bogotá se están trayendo unos carros de basuras que ya tienen gas vehicular para la movilidad, ya que es un combustible más eficiente y más ambiental que si se utilizan combustibles líquidos”, anotó.

Se tendría que importar gas

Si bien actualmente el país goza de dos grandes fuentes de gas: Campo de La Guajira y Campo Cusiana, Julián García Salcedo, presidente de TGI, explicó que están llegando al fin de su vida útil.

“El de La Guajira viene en una declinación sostenida y en los de Cusiana se avizora una declinación en pocos años, entonces el país debe definir las nuevas fuentes de abastecimiento de gas”, afirmó.

El directivo de TGI aclaró que hoy en día hay compañías que se encuentran en procesos de exploración de gas tanto en tierra como en mar, “pero como no se sabe qué se encontrará, se deben contemplar las importaciones, ya se tiene una regasificadora que nos puede surtir y el Gobierno ha aprobado hacer otra en el Pacífico”.

Cabe destacar que en este momento en el país existe una sobreoferta del producto. “El gas tiene una demanda base que es el de uso doméstico, transporte y otra para generación eléctrica, sobre todo en el interior del país durante las temporadas de verano, cuando es necesario hacer uso de las térmicas a gas, pero como estamos en invierno la generación de electricidad del país es con agua, con las hidroeléctricas, razón por las que en este momento hay excesos”, explicó García Salcedo.