La ofensiva del Estado Islámico en el norte de Siria ha originado un éxodo de refugiados kurdos a Turquía y a otras zonas del país que asciende a más de 200.000 personas.
La frontera común es una de las más extensas de la región, cuya seguridad fue reforzada por ambos países debido a la presencia de la guerrilla de las Farc.