Empieza el gran cambio tolimense (I)

Alberto Bejarano Ávila

Todo indica que un consciente espíritu transformador está naciendo en Colombia y, quienes creemos que las agudas, injustas e innegables (aunque no falta el ‘avestruz’) evidencias de atraso están haciendo metástasis, tenemos esperanza de que mayo 29 sea fecha que selle un hito histórico porque ese día pueden fracturarse las perversas fuerzas regresivas e iniciar el, sin duda, complejo proceso de transformación espiritual, cultural, moral y estructural que haga de Colombia ejemplo de modernidad, progreso e inclusión social.
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Ese día histórico es posible si la conciencia política de los inconformes es consistente, coherente y no maleable por las trampas y zancadillas que tanto regocijan a las ‘aves de mal agüero’.

Pero reitero mi credo de que así cambie el timón político en Colombia, por ello no cambiará el timón político en el Tollina. 

Por años el país seguirá siendo asimétrico (regiones atrasadas y regiones progresistas) pues, así el gobierno central tenga buena fe, las mentes decadentes en ciertas regiones serán factor de atraso y por ello el progresismo tolimense, hoy promotor del cambio nacional, sin abandonar la crítica y la denuncia, tendría que acordar un proyecto político estructurado para empezar la construcción de nuestra prosperidad y así desterrar el cada vez más tóxico gamonalismo enquistado en el Tolima desde hace más de 50 años.

Irónico es que un candidato continuista hable de autonomías regionales (anzuelo electoral), mientras que el progresismo tolimense no ve el regionalismo como estrategia (probada en muchos países) para reformar la geopolítica nacional, cambiar la mala índole de los “líderes” que hicieron una Colombia monstruosamente desigual y permitir que los tolimenses gesten su propio desarrollo. Lograr un gran consenso de tolimenses hastiados de politiquería para crear la voluntad política capaz de redimir al Tolima será posible si el progresismo tolimense entiende que, librada la lucha nacional, tenemos que empezar a librar la gran lucha regional.

Ojalá el impulso del progresismo tolimense de cara a mayo 29 no se extinga y decida invitar a quien de buena fe apoya el continuismo y no el cambio del país, a fechar el “O 29 de 2023” como día de inicio de la reconstrucción moral, económica y política del Tolima. Lo primero que todos debemos aceptar es que una cosa es pensar al país y otra al Tolima y, lo reitero otra vez, si bien existen razones para disentir en lo nacional, también las hay para coincidir en lo regional y, bajo tal premisa y con honradez política, que es justamente la antípoda de la politiquería, puede estructurarse un proyecto político con basamento teórico regionalista que convoque a una gran coalición electoral para empezar a reconstruir nuestro terruño.

Ésta coalición es posible, pero, insisto, debemos admitir que nuestras diferentes formas de pensar lo nacional no deben ser causa de desacuerdo regional, pues la disyuntiva tolimense solo nos muestra dos caminos, aceptar la postración del Tolima o decidirnos a reconstruirlo. En la segunda parte intentare ahondar el porqué de esa gran coalición. Continúa….

 

ALBERTO BEJARANO ÁVILA

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