Ellos sí tienen norte claro

Timochenko sacudió al país con sus apreciaciones sobre las conversaciones de paz. El comandante en jefe del Secretariado de las FARC presentó algunos de sus puntos de vista sobre las conversaciones en Cuba.

Los voceros de la guerrilla reflejan las apreciaciones de la insurgencia que, desde luego, serán casi siempre diferentes o contradictorias con las del gobierno colombiano y sus delegados. Tampoco sería nuevo que la insurgencia formulara planteamientos sesgados o apartados de la verdad. Han sido frecuentes las aseveraciones mendaces de la guerrilla, como aquella de no tener secuestrados en su poder. Al fin y al cabo ellos exponen sus posiciones que, por supuesto, pueden ser radicalmente diferentes de las del Gobierno. 

La importancia de lo dicho por Timochenko reside en que la guerrilla identificó el punto débil de Santos: “Lo que se acorta en realidad es el tiempo para definir su candidatura a la relección, y es evidente su afán en exhibir al país un acuerdo de paz”. La insurgencia jugará con el tiempo para obtener frutos. Saben que dilatar las conversaciones aumentará la desconfianza popular y erosionará el respaldo al Gobierno.

La angustia del presidente candidato, por su parte, lo puede conducir a que ceda en puntos esenciales. Como la aceptación de una constituyente que realice los cambios constitucionales a que haya lugar y que disipa el riesgo de una derrota del referendo por parte de un pueblo cada día menos entusiasmado con los diálogos y cada día más opuesto a la impunidad para los cabecillas de las FARC y su participación en el Congreso sin pasar por elecciones.

Saben que Santos mira la firma del acuerdo como un pasaporte a la relección. Por ello, la guerrilla acierta si piensa que es el momento de apretar y chantajear con la velocidad de las conversaciones. 

Es claro que la guerrilla tiene posiciones firmes porque desde un principio sabía a qué iba a La Habana y no ha cejado en sus pretensiones. Para las FARC las apuestas no son unas elecciones ni que Santos siga gobernando. Su interés es otro: capturar un espacio amplio con capacidad decisoria para determinar el rumbo de Colombia. Y se los está abriendo la ambición reelecionista de un Santos con pobres ejecutorias que sólo cuenta con el acuerdo de paz como bandera para mantenerse en el poder.

La guerrilla tiene un norte claro en tanto que Santos, atolondrado por las sombrías perspectivas electorales, muestra incoherencia y vacilaciones.

Credito
HÉCTOR HERNÁNDEZ AYAZO

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