Hace cuatro años era impensado que la Universidad del Tolima pudiera entregar una obra como la del Hospital Veterinario. La crisis financiera y de gobernabilidad que tenía la UT, impedían que muchos de quienes la conformamos, pudiéramos pensar en positivo. Sueldos atrasados, huelgas, amenazas de intervención y cierre, entre muchos otros problemas, ocupaban la agenda en el campus de Santa Helena, el cual se hacía intransitable, crítico y desesperanzador.
Hoy en día esta realidad es distinta. Con el apoyo de la comunidad universitaria, los aumentos en las transferencias del gobierno departamental, recursos del orden nacional, sumado al plan de saneamiento financiero que pusimos en marcha, hemos avanzado significativamente, no solo en la reducción del déficit en más del 80%, sino también en las proyecciones académicas. Ello incluye poder entregarle a la región y al país, un Hospital Veterinario de las condiciones del “Bernardino Rodríguez Urrea”, llamado así en honor al primer Decano de nuestra Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia.
Como lo he dicho en diferentes escenarios, esta obra que contempla, lo último y más moderno en lo que tiene que ver con infraestructura física y tecnológica, es el resultado de la gestión, de trabajar en equipo de manera comprometida, y evidencia que sí es posible concluir las obras en Ibagué.
Toros, vacas, caballos, perros, gatos, osos, cerdos, entre muchos otros animales, provenientes de diferentes lugares del país, podrán ser atendidos allí por profesionales de la Universidad del Tolima, pero no solo ello; nuestros estudiantes, tendrán la posibilidad de estudiar y hacer prácticas en un hospital de último nivel, comparable con otros centros médicos del mundo, sin tener nada que envidiarles.
Los tres ejes misionales de la Universidad, serán el fundamento de las operaciones del Hospital: docencia, investigación y proyección social, esta última sumándose a la importante labor que viene realizando desde hace algunos años el Consultorio Jurídico “Alfonso Palacio Rudas” de la Universidad del Tolima, pues juntos conformarán la llamada Sede Miramar, donde las comunidades más vulnerables, y especialmente las del sur de Ibagué, se verán beneficiadas de manera positiva.
Quiero aprovechar este espacio para agradecer a todas las personas que hicieron posible que el Hospital hoy pueda ser una realidad al servicio de los animales del Tolima. Desde el primer obrero hasta el último. Juntos seguiremos construyendo una nueva historia para la región.
Rector UT
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