Nuevo orden de apellidos

Columnista Invitado

Cuando la humanidad se organizaba en pequeñas aldeas (podemos imaginarlo), no era necesario el apellido para distinguirse, pero en la medida en que esas organizaciones sociales crecieron en número o cuando se dispersaron por el mundo, nace la necesidad de referenciar con apellidos a las personas, como le sucedió a Plauto de Abdera (410 A.C) y a otros viajeros.

Así, los apellidos (nomen) correspondían al lugar de origen, al oficio e incluso a los distintivos físicos, como le aconteció a los Delgado y a los Gordillo, a los Cartagena, a los Zapatero o a los Navas, que venían de una tierra sin árboles entre montañas, lugar que se conoce, dice el diccionario, como las navas.

Gracias a la discriminación y otras causas, los apellidos cambiaron para evitarla, ocultando el origen personal o geográfico y así la sociedad muta de manera lenta e imperceptible al punto en que el apellido de la madre puede ser el único y, en Colombia, en el futuro próximo, los padres podrán variar el orden de los apellidos en aras de la igualdad de género.

La Corte Constitucional, al resolver una demanda contra la Ley 54 de 1989, que establecía para el registro civil la disposición de los apellidos del padre y de la madre en su orden, una vez el Congreso de la República lo reglamente, será historia, de la misma manera en que hoy es historia la costumbre de no otorgar ciudadanía a la mujer, la de negarle el derecho al voto y a la propiedad o la de estudiar.

La orden constitucional es un resquicio para la igualdad real entre las personas, que ya había sido conquistado por las parejas del mismo sexo, pero también es un asunto polémico que despierta los sedimentos de la sociedad machista contra la que se lucha y que, en definitiva, puede impedir o aplazar uniones, si antes no se ponen de acuerdo en el orden de los apellidos que será el símbolo del entendimiento fundamental.

Nota bene: Por conveniencia, podemos anteponer el apellido que mas convenga al nominado. Por ejemplo, Eneas de Borbón y Navasuribe.

eneasnavas@gmail.com

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